BÚSCAME [Parte 1 Y Parte 2]

XIX

Al estar al frente de mi edificio salgo del auto sin despedirme, me enoja que no quiera que vaya con el.

Se supone que el fue el que me busco no yo y ahora rechaza mi compañía.

Maldito estúpido.

Abro las puertas y camino rápido al ascensor pulsando el botón.

Maldito ascensor que no llega rápido.

Maldita sea necesito hablar con July.

Maldita sea tengo que dejar de maldecir.

Me quedo mirando fijamente las puertas que están ante mi hasta que las veo abrirse y entro rápidamente, no había terminado de voltearme para darle al número de mi piso cuando veo al chimiltrufio obstruyendo las puertas.

Maldito rubio, casi me da un susto.

-¿Y a ti que te da? ¿Que haces aquí?-pregunto con una mano en el pecho.

-Estas enojada.

-Tu no sabes nada, ahora quítate que tengo que ir a mi apartamento.

Pero en vez de hacerme caso entra en el cubículo presionando el botón de mi piso.

-Vamos a tu apartamento entonces- el se cruza de brazos y yo solo volteo los ojos.

-Yo voy-me señalo-Tu te vas hacer lo que sea que tenías que hacer-ahora lo señalo a él.

El sonríe burlón.

Ash, como lo detesto.

-¿Que te da tanta risa?

-Lo buena que te vez cuando estas enojada.

Me acerco a él lentamente con una sonrisa pícara en mi rostro. El sujeta la parte de atrás de mi nuca confuerza pegándome más a él.

Sus labios rozan los míos y cuando esta apunto de besarme las puertas son abiertas.

Sonrió con malicia mientras empujó a Melak fuera del ascensor y este cae del otra lado sentado en el suelo.

Las puertas vuelven a cerrarce y al abrirse nuevamente es mi piso.

Había pulsado la tecla 5 al acercarme a él ya que mi piso es el número 18.

Camino por el largo pasillo hasta llegar a mi puerta.

-¿Donde deje las llaves?-me encuentro rebuscando entre mis cosas, ¿Por qué se pierde todo en este bolso?

Mi búsqueda se ve interrumpida por un fuerte golpe.

Las puertas que dan a las escaleras son abiertas bruscamente.

-Mierda.

Melak se aparece en mi campo de visión, esta algo sofocado, sus mejillas están algo rojas y algunos mechones de cabello están pegados a su frente por el sudor.

-Carajo-digo en un susurro.

-¿Te crees muy graciosa?-me esfuerzo en reprimir una carcajada.

-¿Yo?-Me hago la tonta-Yo ni te conozco, ni te conozco.

El sigue apoyando sus manos en sus rodillas así que trato de apresurarme en encontrar mis llaves.

-Pues tu humor es muy malo.

-Bingo-digo mientras saco mi llavero.

El emprende un caminata hacia mi y yo me desespero al abrir mi apartamento no tarde mucho pero al abrirla Melak ya me tenía sujetada de mi cintura alzandome un poco.

Arrebata mi bolso de mis manos dejándolo en el cillon mientras que a mi me sienta en la encimera de la cocina.

Ambos reímos a carcajadas.

El deja su rostro entre mi pecho y yo dejo caer mi mentón en su cabeza.

-Realmente me lastime mi culo.

-Tu me lo lastimaste en estos días y no me queje.

Siento su sonrisa en mi piel.

-Porque te gustaba.

-No lo voy a negar.

El se separa de mi e inmediatamente borro la sonrisa de mi cara.

-Deberías de sonreír más y no tener cara de culo todo el tiempo.

Yo ruedo los ojos.

-Tienes que irte-le recuerdo.

-Solo si dejas de estar enojada.

-Eww.

El rie.

-Tal vez venga más tarde y hablar sobre todo lo que ha pasado hoy.

-Como quieras.

El me toma por el cuello acercándome a él, su agarre no es tan fuerte.

-Cuando actúas así me pones de una manera que desconozco en mí-con fuerza muerde mi labio inferior-No me hagas las cosas más difíciles.

Cierro los ojos por su acción y siento mis pezones endurecer.

-Ok-es lo que respondo.

Aun con su gran mano en mi cuello me da un pequeño beso fugaz para luego salir del apartamento dejándome más que caliente.

Maldito rubio.

Me bajo del lugar y camino hacia mi cuarto, tenía pensado llamar a July pero mejor voy a verla en la cafetería.

Necesito enfriarme.

Es hora de un baño.