IX

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A buena hora decidí ponerme un falda no tan corta hoy.

Sus besos son posesivos y abrumadores pero deliciosos y a pasos torpes nos dirige a la cocina.

El me da la vuelta dejándome recostada sobre el mesón, sube mi falda y aparta mi hilo hacia un lado agarrándose de mi cintura para pegarme más a él penetrandome de una sola estocada, ahogo un gemido

-Estas tan caliente y mojada-El empieza a moverse rápidamente fuera y dentro de mí.

-¡Más por favor!- le pido.

El se agarra de mis caderas acelerando su ritmo ocasionando que de mí salgan gemidos sin control alguno.

-Te gusta duro ¿No?- en respuesta solo puedo gemir su nombre.

El rubio se detiene por un momento para tomar mis brazos y llevarlos detrás de mi espalda. Empieza a moverse enterrandose más en mí.

-¡Más rápido!-le ruego entre jadeos.

Melak suelta mis brazos para no darme una, si no tres nalgadas, una más fuerte que la otra haciendome hacer una mueca de dolor que me gusta. Me aprieta tan fuerte de las caderas que siento mis piernas temblar, su ritmo crece poniéndome más mojada y siento su orgasmo acercarse igual que el mío y no pasa mucho para que ambos colapsaramos por el placer.

-Aún no terminamos-me voltea al salir de mi y junta su frente con la mía, me abraza por mi cintura para bajar y atacar mis senos.

Mi respiración es agitada y solo puedo sonreír por lo calenturiento que es. Melak me levanta y rápidamente enrollo mis piernas en el haciendome ahogar un grito al sentir lo duro que está nuevamente.

Nos encamina hacia la salita de estar, desenredo mis piernas tocando el piso frío otra vez. Detrás de mí siento el pequeño y único cillon que tengo.

Me van a dolor mis piernas.

Bruscamente me da la vuelta y me indica que me acomode quedando de rodillas en el mueble con mis manos apoyadas en su espaldar.

El roza su polla sin penetrarme, veo como toma de mi cabellera que por cierto es bastante larga para enrollarla en su mano y jalar fuertemente de el.

Comienza a moverse lentamente haciendo que la fricción se sienta deliciosa, su mano libre sujeta una de las mías llevándola a mi espalda entrando más profundo y acelerando el ritmo. Sus movimientos se vuelven torpes y más rápido.

Gracias a él esta pose se ha vuelto mi favorita.

Maldita sea, claro que sí.

Lo siento ponerse más duro dentro de mí por lo que nos venimos juntos.

Después de esa jornada agitada lo invite a darse una ducha, era lo menos que podía ofrecerle por hacer el favor de darme una gran fallada.

-¿Por qué te has teñido el cabello?- me encuentro frente al espejo secando mi rostro.

-¿Cómo sabes que me lo pintado?

-Las raíces oscuras de tu cabello han empezado a salir-dice al encogerse respecto hombros

-Heredé un lunar blanco de cabello de mi papá así que decidí teñirlo completamente para hacerle honor.

El aparta la mirada y busca sus cosas que llasen el suelo aún. Creo que se le ha hecho incómodo el asunto.

Aunque ¿Que mierdas?

-¿Funcionó?

Su confusión es evidente.

-Que si te distraje lo suficiente.

-Yo no pienso que lo seas.

Su intento de aparentar set un chico bueno me divierte.

-No me molesta serlo ya que eso es lo que pienso de ti.

-¡Dios!

El eleva sus brazos y se acerca a mi planteándome un casto beso.

-Eres perfecta.

-Soy más que perfecta- el muerde su labio inferior y yo solo le guiño un ojo.




BÚSCAME [Parte 1 Y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora