XXIV

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⚠️Probablemente las siguientes escenas no estén bien narradas por lo que nunca he escrito algo así, pero di lo mejor; más adelante se corregirá y mejorará, por el momento espero les guste⚠️

Estrello la puerta de mi nevera una y otra vez en el rostro de Henry con más fuerza cada vez, dándole rienda suelta a toda mi ira acumulada, el retrocede pegándose a la pared pero vuelve a tomar impulso y se dirige a mi a toda velocidad mientras que yo tomo uno de los mazos de cocina, el alza su brazo derecho con intención de golpearme pero lo esquivo y al mismo tiempo le pego en una de sus piernas haciendo doblar sus rodillas.

Intenta levantarse pero le doy otro golpe, esta vez en su rostro. No se como pero ha sacado una nabaja e intento impedir que traspase pero termina enterrandola en mi hombro izquierdo y no conforme con eso la hunde con fuerza con ayuda de su palma. Emito un jadeo de dolor pero golpeo su antebrazo para darle un gancho derecho alejándonos.

—Me siento en desventaja—dice agitado y yo saco la nabaja de mi hombro—Claramente yo quiero lastimarte mientras que tú intentas matarme.

—Lo siento creo que aun no he explicado bien—me lanzo hacia el volviendo a golpearlo una y otra vez mientras el trata de cubrirse con sus brazos. Trata de taclaclarme al sujetarme por la cintura pero le doy una patada en el estómago que lo hace caer encima de mi pequeña mesa.

Sin esperarlo me golpea con mi bolso haciendome caer de espaldas mientras que el se sube a mi a arcadas. Hace presión en mi cuello se lo que intenta y no lo voy a complacer así que envuelvo mis piernas en su cintura y lo golpeo con mi codo haciendo que su cara quede presionada entre este y el suelo.

—¡Maldito infeliz!—le digo entre dientes.

El golpea fuertemente a un lado de mis costillas hasta el punto que me hace soltarlo, ambos tratamos de tomar aire.

—¿Por qué entregaste al rubio que te seguía todo el tiempo?—ignoro su pregunta mientras me coloco de pie con dificultad, la herida en mi hombro no deja de sangrar—Creo que anoche le dispare al chico equivocado.

Aquel comentario me enfureció a tal punto que sentía mi sangre hervir, corrí hacia el dándole un fuerte golpe en el estómago para luego tomarlo de su cabellera y entrellar su rostro en la encimera.

—¡TÓCALE UN PUTO PELO Y TE JURO QUE NO ME RECONOCERAS!— le grito con cada golpe que le doy contra la barra de la cocina.

Nunca más dejare que por culpa mía otros paguen mis mierdas y mucho menos Melak.

Henry logra voltaerse y me sujeta con fuerza por los hombros haciendo que de una vuelta casi en el aire y quede del otro lado de la sala.

El se encamina a mi pero la puerta del apartamento es fuertemente golpeada a tal punto que casi se desprende del marco.

Tiene que ser una puta broma.

¿Como le ha hecho?

Henry mira desconcertado hacia el causante del ruido hundiendo su entrecejo, el rubio intercambia miradas conmigo para luego casi lanzarse hacia el pecoso.

Melak saca un nabaja enterrandola en el muslo de Henry mientras golpea frenéticamente su rostro este como puede le da una patada que hace retroceder al rubio así que me levanto y lo abrazo por su dorzo empujándolo hacia la pared donde caemos los dos.

No se de donde carajos Melak a sacado un tubo pero solo veo como lo usa para darle fuertemente por la cabeza a Henry por el rabillo de mi ojo me percato de la manguera que hay a un lado de mí.

Los tres nos encontramos agitados y algo cansados más que todo Henry y yo pero la adrenalina que tengo en estos momentos no me deja pensar con mucha claridad, Melak esta de un lado y yo estoy del otro teniendo al pecoso en medio, los tres reímos con malicia.

—Dos contra uno, eso está muy mal.

Sin esperar demasiado enrrollo parte de la manguera en el cuello de Henry y jaló de ella para darle un punta pie en el rostro que lo que hace doblar y le da facilidad a Melak de una vez más golpearlo con el tubo y a mi de azotar la manguera en sus partes.

No se pero al parecer el la loca cabeza de Henry venir por mi primero le facilitarian las cosas grave error.

—Me estas cansando mi amor— como detestaba que me llamara de esa forma—El no tendría que estar aquí.

Antes que pudiera reaccionar Melak lo lleva sobre sus hombros en dirección a nuestro cuarto. Cuando logro volver a respirar intento entrar pero están peleando precisamente en ella, trato de abrirla pero mi hombro sigue sangrado y ya no me queda mucha fuerza solo me queda el miedo de perder a alguien que ni siquiera tengo.

No sé cuánto tarde en darme cuenta, tal vez fue cuando vi pedazos de la puerta salir disparados y algunos fragmentos de madera estillados quedaron en mi piel haciendo que la puerta finalmente se abriera haciendo que mi rubio callera encima de mí. 

Todo a mi alrededor desaparece dejando solo un fastidioso pitido en mis oídos, el corazón empieza a acelerarce.

El sonreía mientras se acercaba a mi y odiaba lo feliz que se veía al hacerlo porque lo intenté, juro que lo hice con todas mis fuerzas pero no logré.

—¿Eso es todo?— preguntó en un hilo de voz trate de callarlo pero era en vano, su terquedad podía más.

—Cállate—le suplico mientras me quito mi camisa y con ella envuelvo su cuello.

No se en que momento Henry se había ido al otro lado de la sala, solo pude ver como levantaba su arma y apuntaba en nuestra dirección. Lo mire con rabia y odio pero el no se merecía mi atención en estos momentos por lo que dirigí mi mirada a mi rubio otra vez.

Ambos teníamos lo ojos cristalizados.

—Te odio, ya es la segunda vez que me haces llorar por ti—le reclamo mientras hago presión en la herida

—¿Sabes?—trata de hablar pero no lo hace bien, quiero gritar y golpearlo para que me haga caso—Sabía que no eras cincera la mayoría del tiempo pero fingía no darme cuenta porque me gustas y es irónico porque no paraba decir lo mal que me caías cada vez que Alec hablaba de ti, supongo que era envidia.

Su confesion me toma por sorpresa sacándome un sonrisa llena de tristeza mezclada de alegría.

Recordé que no estábamos solos así que busque al pecoso por todos lados pero ya no estaba y ahí es cuando me doy cuenta el ruido de las patruyas acercándose.

Huyó el muy cobarde.

Con dificultad Melak toma entre su mano algunos mechones de mi cabello para decir:

—Quiero enredar mis dedos en tu pelo mientras veo tu espalda—el carcajea con dificultad mientras que yo empiezo a sollozar con fuerza.

—Tengo miedo de perderte, tengo miedo de una vez más perder a una persona que se ha vuelto tan especial—quizá porque lo sienta cerca, quizá porque tendrá que suceder.

Me da una sonrisa cálida mientras que sus ojos se van cerrando lentamente.

NO NO NO NO

—¡Melak!—le grito pero no reacciona.

Escucho pasos acercándose.

—¡MARCOS!

Algunos agentes bien equipados entran y entre ellos veo a Marcos el se acerca a mí junto a los paramedicos. Me hago a un lado dejándolo en buenas manos pero veo como sacan un desfribilador y el mundo se me viene abajo.

—¡NO!  ¡NO!  ¡NO!  ¡NO!

—¡Saquenla de aquí!

Alguien me sujeta de la cintura mientras yo lucho por quedarme ahí pero es en vano, mientra me alejaba entre en la realidad y mi mente no dejaba de recordartme su cuerpo frente a mi mientras mis lágrimas corrían sobre mis mejillas.

BÚSCAME [Parte 1 Y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora