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La campana de la puerta suena indicándole a algunos presentes que probablemente llegó otro cliente, pero no, solo soy yo.

Visualizo el lugar buscando a Jul.

-Hola peliblanca-Anna me saludo desde el otro lado del mostrador.

-Buenas ¿Sabes donde está Jul?

-En la mesa de atrás, donde siempre se sientan-Era obvio.

-Oh claro, gracias.

Me despido de la pecosa y camino rápido hacia la hermosa rubia sentada tomando algún batido.

-¿No crees que deberías tener una vida fuera de esta cafetería?- al sentarme ella me mira con una ceja levantada.

-¿Quien dice que no la tengo?

-¿Sales de noche a convatir el crimen?-suelto una pequeña carcajada-No esperaba eso de ti, te creía la villana.

-No eres la única con oscuros secretos-ambas reímos.

-Hablo en serio-reposo mis manos en la mesa- Deberías salir y distraerte.

Ella me mira nostálgica.

Esta cafetería es de su pertenencia, dejó de lado muchas cosas por sacar el lugar del hueco de donde se encontraban ella y su madre en su época más joven.

Su único apoyo fuimos mi padre y yo.

July es muy reservada y recta.

Cualidades que nos hacen chocar en ocasiones.

-¿Y a quien piensas que debo dejar a cargo?

-Todos en este lugar son leales a ti.

-No soy capaz de dejarlo.

-No has querido dejar nada, absolutamente nada de tu pasado-ella toma una de mis manos y la da un leve apretón-Eso esta acabando contigo lentamente.

Nos quedamos un rato en silencio, cada una en su mundo. No solemos hablar tanto, solo lo necesario ya que ella siempre sabrá como estoy sin tener que preguntar.

-¿Confías en el?-su pregunta me confunde por un segundo.

Confianza.

Algo importante para mí.

Y algo que no se le da a cualquiera.

-La confianza del inocente es la herramienta más útil del mentiroso-desvíos la vista hacia mis pies inquietos que no dejan de moverse. Algo que hago cada que me pone nerviosa algún tema, persona o cosa-Así que respondiendo a tu pregunta; Tal vez.

-Que no se te olvide que la confianza es lo más fácil de perder.

Río sin ganas.

Saco del bolsillo de mi abrigo un papel dejándolo en la mesa.

-Ninguno me agradaba-dice mientras lo ojea.

-Pero no eran malas personas-les defiendo.

Ella asiente.

-¿Tu tía...-la corto.

-No, no sabe nada.

-Su ayuda seria muy útil.

-Por los momentos no la necesito.

-Nunca según tú.

-Debo irme, se hace tarde y ya empezó a tronar el cielo-me levanto del asiento dándole un pequeño abrazo a Jul.

Al salir del lugar me dispongo a caminar lo más rápido a la estación del tren, debo comprarme un auto o algo.

No tarde en llegar a mi apartamento y buenos mal, ya que había empezado a llover con todas sus fuerzas y hoy no me apetecía mojarme.

BÚSCAME [Parte 1 Y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora