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La luz al final del túnel

Ya podía respirar con total tranquilidad. Y aunque sentía espasmos a lo largo de mis piernas y de vez en cuando me temblaban como gelatina, ocasionando que nos detuviéramos a descansar, sabía que estábamos seguros y lejos de ese lugar.

Ya había amanecido, el cielo se tornaba de un color anaranjado y los pájaros cantaban sobre los arboles durante nuestra caminata por el bosque. Ollie olfateaba la tierra mientras avanzábamos y Erick se mantenía en silencio pero alerta a cualquier caminante o amenaza.

—¿Por qué lo hiciste? —me atrevo a preguntarle después de todo el rato que llevamos caminando.

—¿Hacer qué? —pregunta con un deje de molestia, mirándome de re ojo.

—Dispararle a Zabdiel.

—El me cortó la cara, se lo merecía. Ya estamos a mano. —la manera en que Erick se expresa me sorprende. Tiene el semblante duro y lo dice como si fuera algo insignificante.

—No es como que yo quisiera que viniera con nosotros, pero me había resignado a aceptarlo en nuestro grupo. Gracias a él estamos aquí. —trago saliva y espero a que el ojiverde no se moleste más, pero él simplemente me ignora y sigue caminando.


Día 170 [>>>]

Llevábamos alrededor de seis días caminando, o quizás más o quizás menos. Mi calendario no era más que trozos de papel arrugado y no podía identificar con claridad el día en el que nos encontrábamos.

Lo cierto es que mi estómago cada día crecía más y empezaba a hacerse notar, por lo que tenia que hablar con Erick lo más pronto posible sobre mi estado.

Las cosas habían estado tranquilas, lo mismo de siempre. Matar zombies, correr, sobrevivir.

—Oye Er. —lo llamo, mientras se lava la cara en un lago que tenemos por delante. —Necesito contarte algo.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? —mi amigo de inmediato me mira con aquellos ojos verdes cargados de preocupación y se acerca.

—Es algo difícil de decir... —empiezo, jugando con las manos sobre mi regazo—debido a la situación en la que nos encontramos y lo que me pasa me hubiera encantado que ocurriera en otro escenario y no en medio de el fin del mundo y rodeados de monstruos—estoy nerviosa y Erick me mira con el ceño fruncido.

—No tengas miedo de decirlo, somos amigos, yo te apoyaré siempre.

Sonrío y le doy un abrazo muy fuerte. Acerco mis labios a su oído y le susurro:

—Estoy embarazada de Chris.

Siento el cuerpo de Erick tensarse en cuanto aquellas palabras salen de mi boca, se separa de mí y me mira serio, con un semblante que no demuestra nada.

—¿De Chris? —me cuestiona y alza las cejas de forma extraña.

—¡¿De quién más?!—le pregunto molesta e incrédula. No entiendo a que viene esa pregunta, ¿De quién espera que sea?

—Yo ya sabia que estas embarazada. —confiesa y sus palabras me sorprenden—Zabdiel me lo dijo.

—¡¿Y a el quien le dio el derecho de contarlo?! —de tan solo imaginarme a Zabdiel cuchicheando y contándole a todos de mi estado, hace que la sangre me hierva. Definitivamente Zabdiel podía decepcionarme cada vez más.

—Aunque él me dijo que el bebé era suyo. —Erick se cruza de brazos y lo dice molesto.

—¡Hijo de puta! —gruño. — Por supuesto que no, Erick. Entre Zabdiel y yo no pasó nada, ni con Richard. Esta personita que se esta formando dentro de mí, es de Chris.

SURVIVORS |C.V.| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora