Un nuevo comienzo
—No puedo... sacarte... de mi cabeza. —menciona Christopher entre besos.
—Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti. —susurra Alex, acariciando la espalda del muchacho. Christopher suspira y detiene el apasionado beso un momento para decirle algo.
—¿Qué te parece que nos demos una oportunidad? —le pregunta, mientras ambos intentar recuperar el aliento. —Tu y yo.
Alex se queda callada. Su mente viaja hasta aquel chico de cabello oscuro rizado y largas pestañas, Joel. Y es que, aunque lo intentara, no podía ignorar lo que alguna vez tuvo con él. Obviamente lo sigue queriendo, pero también sabe que es momento de soltar aquel amor que probablemente no volverá a ver, o eso es lo que ella piensa. Quizás es momento de ver lo que tiene enfrente y no lo que dejó atrás.
—Joel...—el nombre de su ex pareja sale involuntariamente de sus labios en un tono casi inaudible y digo casi, porque Christopher lo ha escuchado.
El muchacho suspira algo molesto, se levanta de la cama y toma su polera del piso volviéndosela a poner. Alexandra maldice mentalmente por haber abierto la boca.
—Piénsatelo. —dice el castaño, de forma seca, antes de salir de la habitación.
Alexandra cierra los ojos frustrada y se tira de espaldas contra la cama molesta consigo misma. Joel... Joel... Joel... Se repite en su mente una y otra vez. Recuerda su genuina y blanca sonrisa, sus actitudes serias, pero en el momento menos esperado volviéndose amoroso y divertido. Lo recuerda ahora y lo recordará siempre, simplemente porque fue su primer amor.
Pero ¿Dónde esta Joel ahora? ¿Vivo? ¿Muerto? ¿Debería esperarlo o darse una oportunidad con Christopher?
Sus ojos comienzan a cerrarse mientras piensa, hasta que el cansancio y el sueño terminan por vencerla, quedándose profundamente dormida.
Día 128 [>>>]
—Mañana partimos temprano. —Era la única oración que Christopher Vélez le había dicho a Alex en lo que duró el día siguiente.
Lo demás fue silencio, ignorarla, no voltearla a ver ni por equivocación. Hasta podría decirse que fingía que ella no estaba ahí.
Alexandra había optado por pasarse el día sentada a la orilla de lago contemplando las maravillosas vistas. Porque su estancia en Douglas Lake había sido como unas minivacaciones donde te olvidabas por completo de que el mundo estaba patas arriba, que tu familia ya no estaba y que las personas que alguna vez conociste se habían infectado de un desconocido, pero peligroso virus que los mató, pero al poco tiempo, los levantó luciendo aterradores y agresivos.
Ollie aparece y se recuesta a su lado, Alex le acaricia la cabeza mientras el perro se remueve feliz ante el tacto de la muchacha. Por su parte, Christopher revisa nuevamente las casas contiguas esperando no dejarse nada importante, pues ha decidido que como Alexa tiene el tobillo en perfectas condiciones, pueden seguir su camino hacia Washington.
Cuando el cielo comienza a oscurecerse, Alexandra decide volver a la casa, donde Christopher ya ha entrado desde hace un rato. Camina despreocupadamente con el cachorro a su lado y cuando está a punto de abrir la puerta, un sonido extraño la hace girar, alertándola.
En una pequeña mesa del porche está aquella radio que Christopher acaba de traer, la cuál esta haciendo un sonido de interferencia y posteriormente, se escucha la voz de alguien.
—Hola... Hola...—dice una voz masculina, pero entre cortada, con muchísima interferencia. —¿Me escu...—y luego deja de oírse la voz.
Alexandra se devuelve hasta la radio y presiona rápidamente todos los botones esperando dar con aquel que hace que puedas hablar y mandar una respuesta. Christopher sale de la casa con el ceño fruncido y abre los ojos asombrado cuando encuentra a Alexa arrodillada frente a la vieja radio.

ESTÁS LEYENDO
SURVIVORS |C.V.| TERMINADA
FanfictionAlexandra Green es una estudiante de veintiún años, con notas medianamente buenas. Lleva una vida normal al lado de su madre y su hermana, tiene un novio y el sueño de ser profesora. Un día, la ciudad donde vive; Bentonville, se ve envuelta en el ca...