Izuku siempre tuvo muchísimos planes en su vida, tantos que no sabía cuáles realizar primero. Tantos, que olvidó lo más importante: disfrutarla.
Ahora, con un diagnóstico médico que parece sacado de alguna novela de ficción, todos esos planes se res...
Escuché los gritos de un animado Denki que venía dando brincos detrás de un relajado Shoto. Me pregunto seriamente como dos personas tan opuestas pueden convivir tan bien y estar con alguien como yo.
Intenté gritar en respuesta, pero de mi boca no salió sonido alguno. Qué raro, fue casi como si mis cuerdas vocales hubieran rechazado la orden que mi cerebro les dio.
— Hey, ¿qué pasa? ¿Todo bien? —cuestionó un preocupado Shoto, tomando lugar en el pupitre delante al mío.
— Nada Sho, creo que me quiero resfriar. Anoche me dormí frente a la ventana abierta, con un suéter puesto, pero...
— No digas eso, ¡el cumpleañero no puede faltar a su propia fiesta! —replicó Denki con un toque de molestia fingida, azotando dramáticamente sus manos en mi escritorio.— Sobre todo si te cuento quién irá a la fiesta está noche.
Espera, ¿realmente invitaron a más gente a la "fiesta"?
— Es decir que por fiesta te referías a-
— ¡A una fiesta! Con muchas personas, comida, música y —se acercó a mi oído para evitar que lo escuchara el profesor que estaba entrando.— un poquito de alcohol.
Denki me regaló un guiño travieso y se fue a sentar a su pupitre, justo a lado de Shoto. Le susurré en voz baja por la persona que mencionaba anteriormente y solo recibí un gesto burlón en respuesta. Suspiré. Parece que tendré que buscar en internet cómo debo comportarme en una fiesta real.
Las horas de clase pasaron rápido gracias a los nervios que me comían por dentro, prácticamente no tuve tiempo de preguntar más detalles acerca de mi supuesta fiesta. Solo esperaba que fuera una broma por parte de Denki.
Antes de separarnos e ir cada quién por su lado quedamos en vernos a las 8 en casa de Shoto. Resulta que sus padres estaban en un viaje de negocios que duraría tres días y sus hermanos prometieron no decir nada a cambio de poder invitar gente a la reunión.
Regresé a mi cuarto hecho un manojo de nervios. Nunca esperé realmente tener una fiesta de cumpleaños, menos sabiendo que no conozco a prácticamente nadie de ningún lado. ¿Qué cosas se hacen en una fiesta? ¿Qué ropa me debo poner? ¿Debo revisar tutoriales en internet para aprender algunos pasos de baile?
Respiré profundo. Me pregunto si será suficiente con ser yo mismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fue una mala idea. No, más bien una terrible idea. Traté de disimular mis temblores de pánico ocultando mi presencia en una esquina de la sala, pero estoy totalmente seguro de que cualquiera que me viera pensaría en un pequeño chihuahua tratando de escapar de su ansiedad.
Me parece increíble ver a tanta gente reunida en una misma casa, incluso pareciera que no basta el espacio para todos. Suspiré tratando de calmarme y miré mi vaso medio vacío. Hace un rato que no veo a Shoto ni a Denki por ningún lado, tampoco quisiera aventurarme y caminar a buscarlos. En primera, ¿cómo se camina con tanta gente bailando y moviéndose de un lado a otro?
