XXVI.
Nunca imaginé que organizar un evento resultara ser una tarea tan complicada. En el recital anterior llegué cuando ya estaba todo listo prácticamente, lo sabía, pero aun así no esperaba que hacerlo desde cero fuera algo tan laborioso y complejo.
Antes de iniciar con los preparativos, Momo se encargó de acompañar a Katsuki para solicitar el permiso con el director. Gracias a ella, su carisma y su excelente habilidad para convencer a la gente a través de su amabilidad, el director accedió sin mayor problema.
Otro punto a nuestro favor fue que las canciones que eligieron los chicos de manera individual fueron las mismas que estuvieron practicando desde el inicio del curso, solo bastaba con afinar un par de detalles más y quedarían perfectas.
En cuanto a Kacchan y a mí, él me dio total libertad para elegir la canción que más me gustara para nuestro dueto. Solamente elegimos tres canciones más que pudiéramos tocar todos juntos para alargar un poco más el tiempo en escena.
Al elegir canciones que requerían de una batería, y teniendo presente que ninguno de nosotros sabía tocarla, nos pusimos en marcha para buscar apoyo en alguien externo que nos pudiera acompañar para ese día. Antes de siquiera empezar con nuestra misión, Katsuki confesó ligeramente molesto que en algún punto de su vida tomó clases y que aún conservaba la suya en casa.
Poco después descubrí que Jiro sabía de ello gracias a Mina, pero molestar a Katsuki es uno de los hobbies que la pelinegra heredó de nuestra antigua jefa del club.
Con todos los preparativos que estuvimos organizando, además de las prácticas que debíamos hacer juntos, mi tiempo de estudio se redujo considerablemente.
Estaba seguro de no poder mantener mi racha de calificaciones perfectas en esta ocasión, pero al estar tan consciente del tiempo restante que me quedaba en el instituto, hay algunas cosas que podía pasar a segundo plano con facilidad.
Denki y Shoto estaban sumamente emocionados por volver a escucharnos cantar. Desde antes de que nos autorizaran el recital, ellos ya lo estaban anunciando a los cuatro vientos por todos los pasillos del instituto. Por suerte la idea fue bien recibida por la comunidad estudiantil, puesto que fue el tema de conversación de todo el mundo durante las semanas que restaron para nuestro mini concierto.
Sobre todo, las fans de Katsuki, que contaban los días para volver a verlo tocar y cantar sobre el escenario.
Apenas sonó la campana marcando el final de los exámenes parciales, Jiro se encargó de colocar pequeños posters en las paredes de la escuela. Shinso y Momo, por su parte, fueron los responsables de repartir los folletos a todo alumno y profesor.
Había tanto por hacer que el tiempo pasó volando y casi olvidaba hablar con el director.
Al final, mi decisión de abandonar el instituto no cambió. Mi madre se opuso rotundamente al inicio, pero ambos sabíamos que permanecer ahí era una bomba de tiempo para todos.
Prefería irme antes de que explotara y llegara a lastimar a todos a mi alrededor.
Una vez resuelto eso, elegir alguno de los institutos de los tantos folletos se convirtió en el verdadero reto. Aún me encontraba indeciso. Básicamente todos eran un poco de lo mismo, la mayor diferencia entre una y otra solo era la ubicación.
Observé nuevamente las hojas ligeramente arrugadas encima de mi escritorio. Siendo sinceros, no quería ir a ninguna escuela que me alejara de mis personas favoritas, pero estaba consciente de que, ahora que dependo más de la silla de ruedas, quedarme en casa no era la mejor opción.
ESTÁS LEYENDO
Eternal | Katsudeku
FanfictionIzuku siempre tuvo muchísimos planes en su vida, tantos que no sabía cuáles realizar primero. Tantos, que olvidó lo más importante: disfrutarla. Ahora, con un diagnóstico médico que parece sacado de alguna novela de ficción, todos esos planes se res...