X.
El día de hoy se cumplen dos semanas donde Uraraka no contesta mis mensajes o llamadas, sin mencionar que cuando la busco en la escuela pareciera que huye de mí. La buena noticia es que al menos pude corroborar que se encuentra bien.
Cuando hablé con Katsuki me dijo que ella se fue justo antes de entrar al hospital, cosa que me hizo sentir más tranquilo. Y más confundido también, ¿por qué razón me evita entonces?
Traté de distraerme con el club y mis amigos, pero algo en las palabras del cenizo me tenía intranquilo. Desconozco si él vio la manera en que caí ese día, pero le agradezco muchísimo que no me haya preguntado nada al respecto. Fue casi como si intuyera que era algo muy personal.
Suspiré, no tenía cabeza para estudiar en estos momentos. Dejé mi libreta a un lado y reproduje en la computadora la canción que estamos practicando. Por fin aprendí la letra, solo era cuestión de seguirla escuchando hasta que pudiera recordar los tiempos y no adelantarme a Katsuki.
Al pensar en él, inevitablemente recordé lo que pasó y al doctor Yagi Toshinori. Aquel neurólogo, al que por fin aprendí a identificar por su nombre completo, nos pidió considerar el pasar las vacaciones de fin de curso en el hospital para empezar con la rehabilitación lo más pronto posible.
Sé bien que la rehabilitación no va a curar mi enfermedad, que solamente va a retrasar los síntomas que inevitablemente surgirán porque esa fue la información que me dieron.
Aunque, pensándolo bien, no tengo nada interesante qué hacer.
No puedo pasarme todas las vacaciones en casa de Denki, sin mencionar que Shoto saldrá a un viaje familiar por vacaciones. Uraraka parece ser que tampoco es una opción.
Tal vez lo mejor sería aprovechar las vacaciones, últimamente me está costando más caminar, sin mencionar que me tropiezo y se me dificulta agarrar las cosas cada vez más seguido. En el club intento hacerlo pasar por momentos de torpeza y, aunque parece que ha funcionado bien, tampoco quisiera seguir fingiendo de esa forma.
¿Qué es lo que debería elegir?
— ¿Acaso no tienes algo más que hacer?
Brinqué ligeramente al escuchar a Katsuki hablar desde la puerta. Estamos a nada de comenzar los exámenes finales y casi todas las personas se ausentan de las clases adicionales para estudiar, aunque claro, yo me he pasado casi toda mi vida estudiantil haciéndolo, por lo que descansar un poco no me causa conflicto.
Y tal parece que a él tampoco.
— Quería despejar mi mente un poco, y qué mejor que haciendo lo que me gusta.
Giré para verlo entrar y le dediqué una sonrisa, se notaba que también necesitaba relajarse un poco, como yo. Tomó asiento justo a lado mío, y aunque es la tercera vez que lo hace, aún lo sigo considerando como un gran avance para nuestra amistad.
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Eternal | Katsudeku
FanfictionIzuku siempre tuvo muchísimos planes en su vida, tantos que no sabía cuáles realizar primero. Tantos, que olvidó lo más importante: disfrutarla. Ahora, con un diagnóstico médico que parece sacado de alguna novela de ficción, todos esos planes se res...