Capítulo 3

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-Así que Ivo está de vuelta, eh?-dijo simpática Sophie- por ende su madre está otra vez viviendo contigo.

-No están viviendo con nosotros

-Ay mon chéri- acarició mi cabello y me miró como si fuese estúpida- la cena de anoche fue un aviso, ya verás como pronto se instala en el penthouse.

-Tengo que impedirlo-dije por lo bajo

-¿Por qué esa cara?- espeto Eric- te llevas bien con Claudine ¿cual es el problema?

-¿Tal vez Ivo?-dije como si fuese obvio, pero para ellos no lo era.

Ambos me miraron confundidos- Ya saben, no nos llevamos bien -trate de disimular- es molesto, deja todo desordenado, sucio, come todo lo que encuentra, en especial mis postres.

-Ya- ambos se rieron.

Tocó la campana y nos dirigimos a nuestro salón. Por suerte Ivo no iba conmigo, así que al menos no tenía que verlo mientras estuviese aquí.

Pasó el curso, pero realmente no pude prestarle atención, en mi cabeza ideaba planes para evitar que Claudine se mudase con nosotros.

Al llegar el descanso, les dije a mis amigos que necesitaba hacer algo, en realidad necesitaba estar sola. Así que caminé hacia una parte del instituto que suele estar vacío y me senté a pensar en cómo estaban las cosas. Ivo es un pasado que traté de enterrar tantas veces y cuando por fin estoy distraída con la nueva etapa de mi vida que está por llegar, aparece de nuevo y me vuelve loca.

-Princesa-dijo una voz masculina sentándose a mi lado.

-Ivo-dije molesta-¿Qué quieres?

-Tener la charla que nos debemos-dijo con seriedad

-¿Qué charla?-pregunté confundida

-Ya sabes, aquello que pusimos en pausa por nuestros padres y que nunca más volvimos a tocar. Tú y yo.

-No hay ningún tú y yo y lo sabes. Éramos unos niños cuando eso pasó, no hay nada entre nosotros-me digne a mirarlo

-très bien-manifestó apenado- concuerdo, solo quería asegurarme de que estuviese en el pasado y que no te hagas ilusiones.-se levantó

-Ugh, no me haré ilusiones, no te preocupes-le hice señas con las manos para que se fuera.

No podía creer todo lo que le había dicho, me dolía demasiado alejarlo, pero sabía que era lo mejor.

Caminé hacia mi salón y me senté en mi lugar sin emitir sonido. Por suerte para mí mis amigos llegaron junto con la profesora de historia y no pudieron preguntarme nada, nos limitamos a sonreirnos.

Al momento de la salida, observé que muchos estudiantes estaban en ronda, mirando algo. Me acerqué pensando que quizá era algo interesante, hasta que lo vi.

Tire mis cosas y empuje a la gente para pasar.

-Ivo!-exclame- para!-le grite mientras trataba de separarlo del otro chico. Se estaban peleando como machos del siglo pasado. La mayoría solo observaba y otros pocos intentaban separarlos.-Ivo por favor-le suplique. Ivo había logrado dominar a su oponente y no dejaba de pegarle.-arrête s'il-te-plaît!!- ¨basta por favor''

Seguí gritando que frenara y tratando de agarrar su brazo, hasta que lo conseguí y logre separarlos. Al darle un tirón, termine atrayéndolo hacia mí. Lo miré fijo y acaricie su cara- ya basta-le rogué. Él me miró apenado.

-Regnault, Girardon, conmigo-dijo la directora.

Ivo me miró desesperado, "yo me encargo" le susurré. Sabía que papá y Claudine se iban a enfadar mucho, así que tenía que cubrirle las espaldas, como cuando eramos pequeños.

Estuvieron treinta minutos en la oficina de la directora hasta que salieron. De momento no habían citado a los padres, pero si les habían avisado, ya que cumplirian con un castigo luego del horario de clases.

***

Una vez que Ivo llegó a casa, el clima se tornó denso. Papá me mandó a mi cuarto, pero lo ignoré. Claudine comenzó con su sermón y luego siguió papá, y ahí comenzaron los problemas.

-tu no eres mi padre-le espetó Ivo

-ya, pero yo puse mi nombre para que te acepten en esa escuela, no permitiré que ensucies mi nombre- mi padre estaba totalmente serio.

-fueron solo unos golpes- manifestó Ivo mientras se llevaba una mano a su cara y hacía una mueca de dolor.- además no eres tan importante Alexandre-dijo con asco.

-no te lo voy a permitir-dijo mi padre furioso, levantando su mano.

-Papá! Alexandre!- exclamamos Claudine y yo al unísono. Mi padre se quedó quieto, yo me acerqué a él y lo miré.- lo hizo para defenderme a mí- mentí- el otro había sido grosero conmigo, Ivo solo se comportó como un hermano mayor.

La expresión de mi padre se relajó.

-d'accord-miro a Ivo- pero que no se repita, al menos no dentro de la escuela. Y no vuelvas a faltarme el respeto- se marchó.

Yo tomé la mano de Ivo y lo lleve arriba. Alguien debía curarle las heridas.

Llegamos al baño, bajó la tapa del retrete y se sentó. Yo busqué algodón y lo moje en agua, para limpiarlo.

-gracias-musito.

-no fue nada-nos miramos unos segundos- estuve repasando las mentiras de pequeña- dije divertida.

-no mentiste ahí abajo- dijo despacio y con muecas de dolor. Cambie el algodón por uno limpio y con alcohol.

-¿Qué dices?-apoye el algodón sobre su ceja y se quejó.

-que si te defendí. El idiota de Girardon te mencionó de manera muy asquerosa. Tuve que darle una paliza, ya sabes, si lo escuchabas tú, él no podría contarlo- sonrió dejando ver sus hermosos dientes blancos y tierno hoyuelo. Quería besarlo.

-gracias- le sonreí sincera y continúe curándolo.

Tocar su piel, estar tan cerca de él, de su rostro perfecto, de sus suaves labios, hacía que quisiera besarlo. A ratos nos mirábamos y era como si el mundo se frenara. Había algo, pero podíamos ver que no iba a terminar bien. 

Separados, pero juntos {Completa} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora