Capítulo 30
Habían pasado dos semanas desde que mi padre era oficialmente esposo de Claudine. Aún no podía procesarlo.
¿Por qué tenía que ser tan cruel todo aquello? quería que mi padre fuese feliz con alguien, pero no con ella. No quitándome la posibilidad de poder estar con el hombre al que de verdad amo.
Planeaban mudarse a una casa, mientras que en la realidad, no había familia que unir. Apenas quedaban rastros de Ivo y de mi en el penthouse. Durante su luna de miel, ambos huimos de ese lugar, Silvain vivía solo, apenas le hice compañía. Pero él sabía, él sabía que Ivo y yo jamás podríamos convivir bajo el mismo techo y estar bien.
El apartamento era mi nuevo hogar, en donde la tristeza y la esperanza rota me acompañaban. Alan pasaba muchos días conmigo, pero desde que mi padre se casó, solo puedo verlo como un gran amigo y eso me hace sentir horrible. También agradezco que nunca le pusimos un título a nuestra relación, porque realmente no sabía por cuánto tiempo más podría seguir con él en plan amoroso. De verdad quería intentarlo, porque se lo merecía y porque ahora solo era él. Pero el corazón quiere lo que quiere, y el mio quería a Ivo en todas sus formas aunque no pudiese tenerlo.
Siendo febrero, mis compañeros decidieron organizar una fiesta porque sí. Porque podían y querían. Y aunque no me apetecía ir, Alan me había insistido y no podía decirle que no, en especial por la culpa que cargaba.
Él notaba que algo me ocurría y yo trataba de complacerlo en todo, para que no sospechara nada y para no quedar tan como una mierda cuando le dijera lo que me sucedía...si es que algún día lo hacía.
Era de noche, me arreglé, pero tampoco tanto, realmente no tenía ganas de festejar nada. Llevaba un vestido suelto y largo, color rosa pálido, y algunos accesorios, pero nada extravagante. El pelo suelto.
En la fiesta, estuvo junto a Sophie todo el tiempo. Alan estaba con los demás, después de algunas victorias conseguidas en el PSG, el colegio lo amaba. París lo amaba.
De un momento a otro, Sophie comenzó a ponerse insistente con el tema Ivo.
-¿Qué quieres lograr con todo esto Sophie?- pregunté molesta- no puedo separar a mi padre de Claudine. Lo hecho, hecho está. Se casaron, solo queda aceptarlo.
-Pero es que tienes que pelear por él, tienes que ir a buscarlo o te arrepentirás.
-Primero, ¿pelear por él? no puedo, ya es tarde. Segundo, ¿buscarlo? ni siquiera sé dónde está, no lo he visto en días y si lo llamo probablemente no conteste.
-De verdad no te enteras de nada- dijo frustrada- se está yendo Camille, se va a vivir a otro país y nadie sabe a donde, por ende perderás el rastro de él para siempre.
-¿De qué hablas?- pregunté muy confundida.
-Adrien me lo dijo, para que te avisara, aparentemente Ivo no le dijo nada a nadie, ni siquiera a su madre. Se va de Francia, no puede seguir viviendo aquí siendo tu hermanastro. Decide irse y perder el rastro.
-No creo que haga una cosa así, no abandonaría a su madre.
-Mira, está en París-Charles de Gaulle y tiene un vuelo para esta noche, eso es todo lo que sé. Haz lo que quieras con esa información.
-Pero eso está como a una hora...y además no puedo dejar a Alan así.
-Amiga, sabes que si quieres ir tras Ivo, yo personalmente me encargaré de hablar con Alan y explicarle toda la situación. Solo tienes que decidir qué hacer.
Lo pensé unos momentos. No podía dejar a Alan sin ningún tipo de explicación y luego volver y decirle que había ido detrás de otro chico. Pero tampoco podía dejar que Ivo se fuera de mi vida sin decir adiós.
-Bien, iré al aeropuerto. Por favor dile a Alan que lo siento y qué hablaré con él en cuanto regrese.- le besé la mejilla y salí corriendo en busca de un taxi.
Mientras me dirigía hacia el aeropuerto, intentaba comunicarme con Ivo y pensar por donde lo buscaría. Realmente no tenía ni idea de dónde podía estar y él tampoco contestaba a mis llamados.
Luego de una hora de viaje, le dejé rápidamente unos billetes al taxista y sujetando el excedente de mi vestido, en mis manos, corrí hacia el lugar.
De la desesperación, comencé a mirar hacia todos lados rápidamente, luego logré calmarme y comencé a correr mientras revisaba los posibles lugares donde podría estar. Pero no hubo caso.
Me senté en una banca y comencé a llorar, intentando pensar en dónde podría estar, pero lo único que lograba pensar era en que lo había perdido.
Hasta que en un momento mi cerebro funcionó, y recordé que Ivo siempre me había hablado de Australia. Corrí hacia las pantallas y busqué los próximos vuelos a Sydney, había uno que salía en 15 minutos. Desesperadamente agarré mi vestido y corrí hacia la plataforma. Estaba lejos.
Cuando llegué a unos metros, los busqué en la gente de la fila, ya no había casi fila. Hasta que lo vi, estaba por subir.
-¡Ivo!-grité con todas mis fuerzas- ¡Ivo!- la gente volteó a mirar y él siguió camino. Corrí para poder estar más cerca- ¡Ivo!- grité desesperada- por favor no te vayas- intenté decir fuerte, pero comencé a llorar.
Él se frenó, dudo un momento y volteo hacia mi. No pude evitar sonreír.
-Por favor- dije en un tono casi audible.
Comenzó a caminar hacia mi, y sin pensarlo, corrí hacia él. Salté rodeándole la cintura con mis piernas y aferrándome a él como si fuese el único salvavidas del Titanic, lo besé.
-Por favor no te vayas.- le dije una vez que nos separamos.
-¿Por qué Camille? Aquí ya no tengo nada.
-No es cierto, me tienes a mí.
-Sabes que las cosas no funcionan así, no puedo convivir contigo sabiendo que nuestro destino ya está escrito en ser hermanastros.
-No, no es cierto. Te quedarás conmigo y pelearemos contra mi padre. O huiremos juntos, pero por favor no puedes dejarme así, por favor- comencé a llorar con mayor intensidad.- Ivo, Sophie me lo contó todo mientras venía para acá.
Sophie me había llamado y me había contado lo del secuestro.
-¿Qué cosa?
-Que tú fuiste quien me rescató, para salvarme a mí y a mi padre...y, y Bethany, ella me dijo que nada sucedió entre ustedes, así que todo esto tiene que significar que tenemos que estar juntos- comencé a hablar rápido- En realidad me importa una mierda lo que significa, yo quiero estar contigo, mi corazón quiere estar contigo y si tengo que ir en contra de mi padre, lo haré. Éramos muy pequeños cuando comenzaron su relación y luego fue muy tarde para frenarlos.
-Camille, respira- tomo mi cara entre sus manos- mírame- nos miramos un momento.- ¿Estás segura de lo que dices? si me quedo...¿estaremos juntos?.
-Sí, te lo prometo. En donde sea, aquí o en el Congo. Pero juntos.
Nos besamos como nunca antes.
Fin <3
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Separados, pero juntos {Completa}
Teen FictionEsta es la historia de la familia LeBlanc. Mas precisamente de Camille LeBlanc. El poder de su apellido, la influencia de su padre, la fortuna familiar y el relacionarse con las familias mas ricas de Paris, podrán darle todo...menos una cosa. Despu...