Capítulo 18

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Capítulo 18

Luego de unas horas nos dejaron entrar. Tuve que entrar con Alexandre, Silvain y mi madre. Si llegaba a pedir entrar solo, levantaría sospechas. Por suerte la enfermera dijo que éramos muchos y yo me excuse de que entraría con Sophie y Eric.

Pasados unos 15 minutos, era mi turno, Sophie no iba a entrar y Eric se quedaría con ella.

Esperé un momento en frente de la habitación, necesitaba prepararme. Respire hondo y entré.

En cuanto la vi, sentí que el aire escapó de mi cuerpo un momento, un escalofrío me recorrió la espalda. Estaba igual a cuando dormía, pero llena de cables alrededor, su ritmo cardiaco era lento. Me acerqué despacio y me senté a su izquierda, tome su mano y la bese.

-Por favor Camille, tienes que recuperarte.

Si bien estaba fuera de peligro y esto era solo para mejorar su recuperación, la posibilidad de que algo saliera mal, seguía presente. La contemple todo el tiempo que pude quedarme, y le prometí que nada malo iba a pasarle.

***

Pasaron cuatro días, desde que Camille había ingresado al hospital. Con todo este revuelo del secuestro, nadie se percató que ya había cumplido sus 18 años. Cumplió 18 al día siguiente de haber sido secuestrada. Era el cumpleaños más importante, lo esperaba con ansias y ni siquiera pudo estar en casa con su familia.

Desde el día en que la encontré, la deje sola únicamente dos veces, una hora, mientras iba al hotel a cambiarme y darme un ducha, para no apestar en el hospital. Todo esto, mientras Silvain me aseguraba que estaba con ella. Dormí, comí, estudié, todo, dentro de ese lugar. Alternaba entre la sala de espera y su habitación. Alexandre estaba un poco sorprendido, pero a su vez debía trabajar por ratos, así que se quedaba tranquilo sabiendo que yo estaba ahí.

Era un sábado 13 de noviembre, cuando mi mayor deseo se hizo realidad.

Me encontraba leyendo fuera de la habitación de Camille, aún no era el horario de visitas, cuando la enfermera salió corriendo pidiendo por el médico. Al principio me asusté, pensé que las cosas habían salido mal. Pero al entrar corriendo a la habitación, la vi. Sus ojos se estaban abriendo e intentaba decir algo. Primero me acerqué corriendo, luego me tranquilicé e intenté ir despacio. No quería asustarla.

-Camille- dije suave y sonriendo de oreja a oreja.

Me miró confundida.

El personal de salud entró y me obligaron a retirarme, luego de unos minutos, me permitieron pasar. Le habían quitado la mayor cantidad de cables y tubos, y la habían incorporado.

-No sabes lo feliz que estoy- le dije en cuanto llegué a su lado y acaricié su mejilla.

-Ivo- dijo despacio- ¿dónde está mi padre? ¿está vivo?- en sus ojos se podía ver el terror.

-Sí, no te preocupes, está en camino.

Respiró profundo.

Camille pov.

-Me alegra verte, sé que estuviste aquí todo este tiempo. Pude sentirte.- me sonrió.

-No hables, no hagas esfuerzo- me dijo en cuanto vió que me costaba hablar.

No sabía cuánto tiempo había pasado, no sabía qué día era, ni qué hora. Solo era consciente del secuestro, de los golpes, la sed, la amenaza a mi padre, el dolor y el miedo. Ver a Ivo fue como tomar aire fresco luego de sentir que te ahogas. Quería abrazarlo, pero también quería llorar, quería mi espacio. Cuando acarició mi mejilla, me estremecí, supongo que me llevaría un tiempo recomponerme.

Separados, pero juntos {Completa} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora