Capítulo 32.

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Obviamente, el FCBarcelona ha ganado el partido, aunque he de decir que ha estado bastante reñido ya que el Sevilla ha tenido varias oportunidades, en las que solo han podido marcar en dos de ellas, mientras que el Barça ha llegado al total de 4 goles, lo que nos ha dado la victoria en este partido.

Todo el  mundo grita, aplaude y salta en sus asientos, mientras que otras personas lloran de felicidad y de tristeza, dependiendo de lo que haya significado este partido para los clubes. Uno nunca sabe cómo de importante es el futbol para el resto del mundo. Cada uno vemos las cosas de una manera diferente y no puedes pretender que alguien tenga la misma idea en algo que tú.

Para mí el fútbol es algo mágico. Algo de lo que puede depender mi estado de ánimo y de lo que yo no participo en él. Parece raro, pero eso es lo que verdaderamente sienten los aficionados sobre su club, y eso es lo que estoy sintiendo ahora, mientras abrazo a Francesca y saltamos de alegría mientras miramos al campo y vemos a los jugadores celebrar su victoria.

Una vez nos hemos calmado, y nos hemos hecho un par de fotos en el palco para subir después, salimos hacia el túnel de vestuario, por donde saldrán los familiares de los jugadores a celebrar la victoria en cuento les den la copa. Me pongo mi gorra y mis gafas de sol para ser lo menos reconocida posible, y Antonella se encarga de que me meta en el primer ascensor libre para poder mantener el secretismo hasta el último momento.

Cuando llegamos al túnel, saludo a Reguilón, que salía muy triste por la derrota del Sevilla. Yo lo conocí cuando salía de fiesta con Álvaro y Marco, ya que antes jugaba en el Real Madrid con ellos, pero ahora, simplemente he podido darle ánimos para que no esté muy triste, pero no puedo evitar seguir con mi felicidad interior mezclada con nervios por lo que voy a hacer.

—No creí verte aquí después de tanto tiempo. No has contestado a nadie.— me dice una vez que nos separamos del abrazo que le doy.

—En algún momento tenia que salir. Tendré tiempo para explicarte todo, no te preocupes.— fue mi ultima frase antes de tocarle el brazo en forma de apoyo mientras él agacha su cabeza y sigue con el resto de sus compañeros el camino hacia el vestuario.

Busco a Francesca y Antonela con la mirada y me acerco a ellas, que se les ve abiertamente hablando con algunos de los técnicos del Barça que están sacando todos los preparativos para las fotos de victoria.
Cuando ellas me ven, me da la mano y con la otra me empuja hacia las escaleras para que de una vez por todas, subamos.

Los focos del Camp Nou penetran fuertemente sobre mis ojos, y por fin me doy cuenta de lo que estoy haciendo, pero no me dura mucho tiempo, ya que al momento tengo a Sergi abrazándome.

—Valu, ¿¡que haces aquí?!— me dice mientras se separa del abrazo para mirarme a la cara y confirmar que es verdad lo que está viendo, y volver a abrazarme.

—Hola a ti también. Enhorabuena, sabía que ibais a a ganar.— le sonrió y veo por encima de su hombro a la persona que me había invitado aquí.

Él también me ve, lo que hace que venga corriendo hacia mí y me bese en los labios. Un gesto que habíamos estado ocultando mucho tiempo, y aunque hubiera estado todo este tiempo con él, conociéndonos de esta manera, nunca habíamos tenido ningún rumor acerca de nosotros. Una cosa que evidentemente había terminado ya, porque darse un beso en medio de la celebración por ganar La Liga, delante de los millones de personas que estaban siguiendo el partido en vivo, era una manera de oficializar bastante nuestra relación.

—Sabía que ibais a ganar, sois los mejores, Ney.— le digo una vez nos separamos del beso.

—Ha sido gracias a ti, sin tu fuerza desde ahí arriba no hubiéramos podido hacer lo que hemos hecho. Ya verás cuando te vea el resto, se van a volver locos.— en ese momento, besa mi frente y pasa su brazo por encima de mis hombros para acompañarme a saludar al resto. Mientras tanto, Francesca se queda hablando con Sergi, en una amplia conversación.

Los primeros en venir, son Thiago y Mateo, que vienen arrastrando a su padre mientras que me buscan.

—¿Ves papi? Te dije que Valen estaba aquí de verdad.— le dice Thiago a Leo.

—¿Pero que haces acá sin avisar? ¿Te vió Anto?— me pregunta mientras me abraza como si no me hubiera visto por años.
Leo siempre ha sido un apoyo muy grande para mi, puede ser que a veces haya hecho cosas que no me hayan gustado, pero siempre que he necesitado de su ayuda, me la ha brindado al igual que su mujer. Sin duda son de las personas que más me han aportado y me han enseñado a aprender cosas que sin ellos no creo que hubiera aprendido.

—Si, estuve con ella en el palco. Felicidades Leo, sois los mejores, merecíais ganar.

Después de un rato de conversación con él, y con mucha más gente añadida a la conversación, les llaman para la entrega de medallas y la copa en la que tienen que hacerse la foto que saldrá mañana en todos los periódicos de España. Francesca y yo esperamos hablando a un lado mientras que vemos a todos los fotógrafos correr para coger el mejor puesto ante ellos.

—¿Te ha caído bien Sergi?— le pregunto a Francesca mientras miro al nombrado.

—Si, ha sido muy amable conmigo.— dice sonriente ella.

—¿Que tal con Tucu?— le pregunto cambiando un poco mi mueca. A pesar de todo lo que supone Tucu en mi ex relación, es el novio de mi amiga, no puedo hacer que no existe toda la vida.

—Bien. Esta en Barcelona ahora, quizás quede con él esta noche.— me dice mientras se vuelve a girar para mirar a la grada. Yo toso antes de hacer mi
pregunta, que no quiero pero necesito hacer.

—¿Sabes si...?

—¿Paulo?— yo asiento, aunque ella ya sabía perfectamente que le estaba hablando acerca de él.—No, no está. Valentina de verdad sabes que no— no le dejo terminar porque le interrumpo.

—Si, ya lo sé, sólo quería saberlo para estar alerta, no me importa lo más mínimo si está aquí.

—Sabes que a él le gustaría verte. Pero es lógico que no quieras yo lo entien...

—Francesca hemos hablado de esto muchas veces. Ya sabes lo que opino y no va a cambiar. Me alegro de que estés bien con Tucu y cualquier cosa que os pase sabes que me lo puedes contar y te voy a ayudar, pero no necesito que me lo nombres cada vez que te pregunto por tu novio. No es la única persona en este mundo.— Ella escucha callada todo lo que le digo y asiente sin decirme nada más. Dejando zanjado este tema de una vez por todas.

...

La música de la discoteca resuena en mis oídos una y otra vez mientras nos acercamos a el reservado. La infinita seguridad que nos escolta a todos mientras cruzamos apenas cinco metros hasta llegar a la puerta. Ney me suelta la mano para dale los abrigos a la chica que nos los pide no antes de que esta le guiñe un ojo, cosa que me hace mirarle mal  pero él al darse cuenta, se ríe y me besa, acto que me saca una sonrisa a mi también.

Una vez arriba, se empieza a ver el ambiente. Una decoración blaugrana puesta a posta gracias a los dueños, y aperitivos por toda la sala acompañan a los compañeros de equipo que ya se les ve con sus copas y bailando al ritmo de la música.

Va a ser una noche inolvidable...

Nuestro juego | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora