Nuestro juego | Paulo Dybala

Capítulo 16.

Dentro de unas horas llegaremos a Madrid. James se quedará allí mientras que yo y Francesca nos iremos con Tucu a Las Maldivas.

El otro día me llamo para saber mis planes y así poder hacernos unas vacaciones sorpresas.

Alli pasaremos año nuevo con todos los amigos de Tucu. No , Paulo no va a ir, eso nos dijo Tucu. Y la verdad que mucho mejor. Es un alivio que él no esté.

Me giro y veo a James dormido en el asiento de mi izquierda de el ave. Es un bebé. No se como pude estar sin el todo este tiempo. Estos meses me ha dado mucha felicidad, y la verdad es que estoy muy agradecida por todo lo que ha hecho por mi. No se como podría agradecérselo.

A mi otro lado veo a Francesca leyendo un libro. Ella siempre ha sido muy artística, quería hacer la carrera de Bellas artes pero sus padres no le dejaron. Decían que en su familia sólo podía haber triunfadores y que esa carrera no era lo que tenían planeado para ella. Así que no pudo hacerla.

Francesca también me ayudó mucho desde que la conocí. Éramos unas adolescentes de familia rica que simplemente queríamos ser felices. Nos escapábamos de casa y nos íbamos a fiestas por que en cualquier lado había mejor ambiente que en nuestra casa. Hasta que conocí a Federico, mas bien nos presentaron nuestras familias, estaban preparando nuestra relación pero obviamente nos gustamos sin ayuda suya. Hasta que sucedió lo que sucedió...

Me levanto de mi asiento y decido ir al baño. Camino por el pasillo hasta llegar a la puerta y está ocupado. Diez minutos después puedo entrar a hacer mis necesidades tranquilamente.

Cuando vuelvo a mi asiento miro mi móvil. Y veo las publicaciones de todos mis conocidos en Instagram. A algunos les comento y les pregunto que tal sus vacaciones. Mientras que a los que conozco menos, simplemente les dejo un me gusta.

Justo me llega un recordatorio en la galería, es de septiembre. Me meto y son fotos de la primera cena oficial de la Juventus. La noche en la que conocí a Paulo. Unas noches antes de que lo dejara con Federico.

Me empiezo a agobiar.

En tan solo tres o cuatro meses, he cambiado de novio tres veces. Por motivos obviamente que lo necesitaba. No quiero gente tóxica a mi lado.

Pero Paulo.

Simplemente él inunda mis pensamientos.

¿De verdad estoy siendo sincera con James?

¿De verdad me gusta, o es solo un capricho?

Ni yo sabría muy bien lo que responderme. Pero solo se que no quiero dañar a nadie. Y si la que tiene que salir mal parada soy yo, lo prefiero.

(...)

Al día siguiente.

Después de un largo día intenso de viaje, por fin estamos en la isla paradisiaca. Ya nos hemos encontrado con toda la selección y hemos conocido a algunas novias de jugadores que no conocíamos de antes.

El hotel en el que estamos es increíble. Hay pequeñas chabolas y Francesca y yo tenemos una para nosotras solas.

Amo la playa.

Me encanta la tranquilidad que refleja el mar cuando está calmado. Es una de las sensaciones más relajantes. Siempre he querido vivir en una ciudad con playa pero nunca he tenido la oportunidad. Sin duda era mi sueño.

Después de un largo rato intentando despertarnos, decidimos levantarnos para bajar a la playa, desayunar, etc... Así que nos ponemos el bikini, cogemos un bestidito playero, crema de sol y gafas, y bajamos a desayunar.

—Buenos días bellas durmientes.— Justo nos encontramos a Tucu yendo hacia el edificio donde hacen las comidas.

—¿Como estás?— Le pregunta Francesca mientras este le da un beso en los labios. Espera. ¿¡QUÉ?!

—¿Que acaba de pasar?— Les exclamo totalmente sorprendida por el gesto cariñoso que acaban de tener.

—Estamos saliendo.— Tucu levanta los hombros como si fuera la cosa más normal del mundo.

—¿Cómo que estáis saliendo?¿Por qué no me había enterado?.— Hago un mini puchero y ellos ríen. La verdad es que se ven muy tiernos juntos.

—Bueno, lo decidimos ayer nada más llegar.—

—Ay mis bebecitos.— Les abrazo a los dos y les estrujo muy fuerte. —Que sobrinitos más guapos voy a tener.— Ellos ríen y Francesca niega con la cabeza.

—Yo aún no quiero tener hijos, Valentina no te emociones tanto.— Yo empiezo a reír y juntos caminamos hacia el comedor.

Que hambre tengo.

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Dios. Pensaba que no me daba tiempo a subir capítulo. Es cortito pero va a desenlazada muchos problemas en la historia. Pero aún así espero que os encante 💘💘💘💘
Pasaros a leer mi otra novelaaa

Os amo

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