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Owen

Siento una rabia enorme recorrerme cada célula. He presenciado a Milenka en situaciones peores, pero lo que pasa es que le advertí que no la quería con Hugo.

El capitán es el novio de Peyton y si Luisa o Simón o mamá se enteraran la van a matar.

A papá sé que le daría igual, y solo mandaría a Ferreiro para Australia, pero los demás, armarían el drama del año.

Me voy al área de entrenamiento y me quito la camisa. Me voy para el saco y descargo mi rabia en él. Algunas mujeres me miran con descaro pero ni atención les presto.

Solo golpeo dañándome los nudillos. No paro, solo para beber agua. Al contrario que mi hermana prefiero pasar la ira solo, en el saco, ella la saca pero en las jaulas, matando a quien se le cruce.

Además, la llegada del italiano es otra cosa que me tiene mal. Lo odio, a él y todo el que una vez estuvo relacionado con su asqueroso apellido.

-Owen, ve y controla a Milenka antes de que termine matando a los Lewis en la plaza de la vergüenza- se me acerca Harry luego de un tiempo golpeando el saco.

- joder- salgo sin camisa, la tomo para ponérmela en el camino mientras vacío una botella de agua en mi garganta.

Los nudillos me sangran pero la adrenalina no me permite sentir el dolor, no después de haber pasado tanto tiempo sintiendo el dolor como si fuera oxígeno, cada que respiraba.

Troto y llego al patio trasero, donde se instaló una pequeña plaza con tres jaulas. En ellas están los Lewis Lancaster como prisioneros, y en la tercera Lucien Mascherano.

Su castigo es estar encadenados en esas jaulas, a la intemperie, soportando las torturas que se les quiera imponer con la única condición de que no mueran, ya que están condenados a sufrir hasta el final de sus asquerosos días.

-¡más fuerte Lewis!- grita Milenka sobre la espalda de Joset, mientras este hace lagartijas sin poder- que a este paso me estoy aburriendo, y no me quieres ver aburrida ¿verdad?

Este niega con la cabeza a punto de desfallecer y se le resbala una mano, provocando que ambos caigan, pero mi hermana se levanta y le da una patada que lo hace retorcer en el suelo.

-Milenka, ya para- le hablo cuando me acerco a ella y suelta una carcajada.

Escucho sollozos que provienen de las jaulas, las dos personas repugnantes que están dentro, demacradas, con ojeras, piel seca y pegada a sus huesos sufren al ver a sus hijos como perros sirvientes, y es que no hay peor tortura que la psicológica, y más cuando los hijos son la base de esta.

- no seas tonto Owen, que hasta que el piso no brille no me puedo ir de aquí, o puede que Mari Paz se confunda y se quiera escapar de su labor- la chica está arrodillada fregando el piso con lágrimas en los ojos, y al parecer le falta un mundo para que culmine la labor que le impuso mi hermana- y tú- señala a la otra rata que aún yace en el suelo- déjate de flojo y ayuda a tu hermana, antes de que te coja como trapeador yo misma.

Me le acerco y le paso un brazo por el hombro. Se remueve un poco porque ando sudado pero la aprieto más hasta que se queda quita. 

- dejalos con su labor que aquí nadie se va a levantar del suelo hasta que no esté brillante, o pondré a hervir una hoya de agua para bañar a todo el que no respete tus órdenes- me sonríe porque ama que suelte comentarios tan sádicos como ella- y mueve que la rata Mascherano está en camino y tiene algo importante que mostrarnos, según dijo mamá

Mi hermana se mueve a la jaula de Lucien y lo mira con altivez.

-¿escuchaste eso? Viene el ratón de laboratorio a la central, no te preocupes que agendaré una reunión familiar para recordarle lo que le puede pasar si tan solo llegara a pensar en traicionarnos

Mellizos Morgan: Fanfic Pecados Placenteros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora