35 - II

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Owen

Llevo toda la mañana perdida. La ira me domina, la jaqueca me tiene de mal humor, y para colmo, Parcker me sacó de la sala de reuniones cuando destruí la mesa y la enorme pantalla de la pared.

El comando es un caos, que el ministro, la primera dama, y Milenka estén desaparecidos tiene a todo el mundo ocupado.

Lo único que he logrado hacer es mandar a bombardear todo lo que tiene que ver con el maldito español. Tuve que ejercer presión, manipular y casi asfixiar a un capitán para que autorizara a varios soldados de su tropa a partir en la misión de exterminio, porque eso es lo que estamos haciendo.

Mi teléfono vibra en el bolsillo de mi camuflado y atiendo cuando la llamada está a punto de caerse. Es un número de Rusia, el cual no tengo registrado.

- ¿sí?- pregunto cuando atiendo

- estoy libre - me pongo de pie al escuchar la voz que me habla - y estoy en Rusia

- eso acabo de notar- le contesto- necesito saber que es lo que esta sucediendo y por qué mierda mi hermana está desaparecida - le hablo con fuerza, sin poder contener la frustración de saber que no estoy a su lado para protegerla

- deja la bravuconería para otra persona- se exaspera - y a mi me respetas y me hablas sin exigencias que si te llamo es para informarte de la situación y ordenarte cómo vamos a proceder, porque mi hija no puede pasar mucho tiempo con ese maldito idiota

Ambos tenemos los nervios a flor de piel puesto que nos han tocado en la fibra sensible.

- nos secuestraron mientras estábamos de vacaciones, todo fue demasiado rápido, alguien nos puso un somnífero en nuestras bebidas y amanecimos no sé en dónde, amordazados, y con las pestes humanas frente a nosotros

- ¿te refieres a Hector y a Heber? - le pregunto, porque quién más sería

- no, sabes que Héctor trabaja solo la mayoría de tiempo- me informa mi padre - quien lo acompañaba era nada más y nada menos que Damon Mascherano

Aprieto el teléfono con fuerza entre mis manos. Ese maldito hijo de puta tiene los días contados, no solo por colaborar, sino por traicionar la confianza de mi madre.

- ¿alguno se atrevió a tocar a mamá? - le pregunto temiendo la respuesta

- lo que hicieron fue atraparnos como señuelos, ya que Damon pretendía pedirle a tu hermana que intercambiara lugar con nosotros- noto la irritación en su voz

- lo cual no hicieron- concluyo

- para nada, me durmieron, y desperté en un sucio almacén en Alaska del cual pude escapar fácilmente, pero Damon tiene a tu madre, y Héctor a tu hermana

No resisto la furia que me invade al sentirme tan impotente y en desventaja. Esos malditos desgraciados merecen estar en el zotano de los Romanov, pudriéndose tanto por fuera como por dentro.

- explícame de qué manera actuaremos - le pido, porque a este punto no sé si pueda actuar con coherencia sin provocar un baño de sangre en el camino.

- el principal objetivo es encontrar a Milenka - me habla con seriedad - porque tu madre puede escapar del asqueroso demonio italiano con facilidad, ya que se le cayó la máscara delante de ella

Sonrío porque si ya mamá sabe quien es en verdad el aberrante Mascherano, entonces yo tengo vía libre para hacer con él lo que se me de la regalada gana.

- desde aquí no puedo hacer nada sin tener que pedir autorización- le informo lo obvio

- acabo de hablar con Parcker, tienes nuestra autorización para ordenar y dirigir sobre lo que necesites. Busca hasta debajo de las piedras con la central de Londres, mientras yo trabajare desde la de Rusia, y con la Bratva ayudando también.

Mellizos Morgan: Fanfic Pecados Placenteros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora