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Notita: no me pude aguantar, ya quería actualizar para ver si terminamos pronto.
Ya les digo que quedan pocos capítulos para terminar.

Milenka

Se podría decir que con veinte años aún eres muy joven, que te quedan muchas cosas por vivir y todo una vida por delante. Pero la verdad es que todos los seres humanos somos diferentes.

Que alguien se case a los treinta, no quiere decir que a los cuarenta ya te estás demorando mucho. Si te enamoras jóven, y de varias personas, no deberías juzgar a quienes aún no lo hacen a los veinticinco. Porque la vida no se trata de números, se trata de momentos.

Es cierto que aún estoy en la flor de la juventud, que tengo un futuro brillante por delante, pero la vida no sale como la planeas. Desde pequeños mis padres nos han enseñado a ir por lo que quiero, sin importar los sacrificios. Por eso, puedo decir con orgullo que esa vida que los demás tienen por delante, ya yo la llevo atrás.

He visitado un gran número de países, soy políglota, francotiradora, con nociones de economía, estratega, luchadora del Mortal Cage, miembro de la Bratva, y asesina nata.

Me he emborrachado hasta perder la consciencia, he bailado hasta que se me lastimaron los pies, he dado de baja a un centenar de delincuentes y escorias de la sociedad.

Y por eso, si muero en las manos de Héctor por tal de salvar a mi madre, lo haré con la frente en alto. Sabré que si muero, será luego de haber luchado, porque a mí nadie me va a tumbar sin que le dé una buena contienda.

El somnífero comienza a perder sus efectos y el mareo se hace presente. Me duele la cabeza, tengo la boca seca, y la oscuridad del vehículo en el que me transportan me desconciertan. Los dos brazos me arden, y maldigo para mis adentros al darme cuenta que me han extraído mis chips, el de rastreo y el anticonceptivo.

No sé si han pasado horas, minutos o una maldita semana. Sigo respirando pausadamente para que nadie note que he despertado. Trato de orientarme, pero solo siento que vamos por un terreno malo, lleno de baches. Estoy atada de manos y pies, y en el suelo del vehículo.

Siento que el vehículo se detiene. Se escucha la voz distorcionada de lagunas personas, y luego la puerta de la camioneta se abre, afuera es oscuro, y se me escapa un pequeño grito cuando un gorila me saca del auto por el cabello.

El cuero cabelludo de escuese y se me quieren salir las lágrimas por el dolor. Mis rodillas impactan contra la grava del suelo en el que soy lanzada y escucho los gritos de mi madre  a unos metros de mi.

El corazón se me fragmenta al verla amordazada, despeinada, ojerosa, con los labios rotos y un corte con sangre seca en la frente. Una lágrima se me escapa al verla en esas condiciones.

Ubico a Damon Mascherano al lado suyo, y me vuelvo a impactar en el suelo cuando intento ir a por él.

- me dijiste que ella estaba a salvó, hijo de puta- le gritó con rabia y la voz me sale ronca.

- está respirando- el acento español del muy maldito me hace fijar la vista en su rostro, que se agacha frente a mí, y toma mi rostro entre sus grandes manos- agradece que serás tú y no ella.

- y ya la dejarás en paz- Damon se le acerca y lo miro con tanta repugnancia que hasta él se debería coger asco- porque un trato es un trato, en la mafia no se falta a la palabra.

- ya, no llores, hombre, que tú señora madre está sana y salva- se le burla Héctor - nada que un baño y unas horas de sueño no arreglen.

Veo como uno de los hombres que acompañan a Damon toma a mamá y ella lucha con todo lo que tiene para intentar escapar de él, pero este le dobla el tamaño y ella se encuentra débil.

Mellizos Morgan: Fanfic Pecados Placenteros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora