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Milenka

Recojo mi conjunto de falda del suelo y me lo pongo sin hacer ruido. Tomo mis tacones y voy a la sala a recoger mi abrigo y mi bolso para marcharme mientras el capitán que me tiré está rendido.

Estuvo bien, pero ni tanto. Se necesita mucho más para que la gran Milenka repita.

-¡mierda!- exclamo al ver la persona que está en la sala- ¿estás loco o qué coño te pasa? Casi me matas del susto

- me pasa que te acabas de revolcar con mi compañero de piso y ahora huyes como si fueras una puta

Se pega de su vaso y me siento para ponerme los zapatos.

- a mí nadie me controla así que no jodas

- qué fácil eres Milenka, te vas con el primero que te pase por la orilla como una puta barata

Suelto a reir y me voy al minibar a por un trago. Lleno mi vaso de Vodka y me paro frente a él.

- si en serio crees que soy una puta barata es porque eres un machista de mierda. Yo me tiro a quien yo quiera al igual que un hombre se folla a cientos de mujeres, y por eso no le dicen nada- me empino el trago y lo paso como agua para volver a centrarme en él- si lo que estás es ardido porque el capitán de esta noche no fuiste tú entonces ponte a rezar, para ver si así te presto atención.

Tomo mi abrigo y mi bolso y saco mi teléfono para avisar a los escoltas que me voy a mover.

- un día te tendré comiendo de mi mano, y solo te tocaré cuando ruegues por tener mi polla dentro de ti

- ¿que acaso la que te tiene en sus manos no soy yo? Porque aquí el único que pidió traslado de central solo por mí fuiste tú, así que no delires que no estoy para tus mierdas a estas horas.

Me muevo a la puerta y él se levanta medio tambaleante.

- voy a hacer que te tragues ese puto ego, y cuando eso suceda estarás tan loca por mí que te va a doler.

Salgo riendo del apartamento y me muevo a la camioneta que ya espera por mi. Pido que me lleven al penthouse para evitar contiendas con el cabezota y con mi madre. Esta última no acepta que no sea apta para el compromiso, y el primero no tolera la vida libertina que llevo.

Las palabras de Hugo me siguen provocando risa. Como si alguien algún día fuera a lograr que me trague mi orgullo y mi ego.

Mi teléfono suena y arrugo las cejas al ver de quién se trata.

- ¿el mal de amores no te deja dormir, rubia?- escucho su risa al otro lado de la línea

- los sumisos no me provocan amor, es todo lo contrario y lo sabes

- ¿entonces por qué me llamas a esta hora? Te salvas que no me interrumpiste algún polvo porque iba a ir a Rusia a darte unos buenos puñetazos- le digo divertida

- te llamé por algo importante pero si quieres venir entonces me avisas para tener a Boris preparado

Suelto una carcajada con la mención de este. Es un loco que se desvive por servirle a la ex princesa.

- me invitaron a una fiesta de plebeyos a la que asistirá Héctor, y como yo solo me junto con dioses no pienso ir, y como vosotros sois tan amiguillos pensé que te gustaría encontrarte con él.

Me pongo seria ante el nombre de este. Esta es la oportunidad perfecta para atrapar a ese hijo de puta y sumar una victoria más para cuando decida ascender a capitana. 

- cuéntamelo todo.

***

Pasé más de una hora hablando con Amelie y luego me fui a la mansión para contarle el plan a papá. Hoy está la élite revuelta intentando por todos los medios más invitaciones para la fiesta de "plebeyos" que tendrá lugar en Portugal la semana que viene, en una de las fortalezas de la mafia.

Mellizos Morgan: Fanfic Pecados Placenteros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora