26

1.3K 123 40
                                    

Owen

Las emociones pueden pasar de un estado a otro en cuestiones de segundos. Baje de mi habitación tan relajado por la noche placentera que tuve con mi chica, y ahora la adrenalina me tiene los oídos zumbando, el pulso acelerado y la mente con ganas de que corra sangre por todos lados.

Todos se han distribuido protegiendo las entradas de la casa. Mamá y papá se perdieron junto a mis suegros en la planta superior mientras que Milenka y el ruso protegen la entrada trasera. Los disparos nos llenan y de un momento a otro veo como tumban al español dejando la ventana disponible, por la cual se empiezan a colar varios hombres de negro.

Desde mi punto logró atravesar a tres pero los demás son rápidos y se adentran en la casa.

- iré a acabar con ellos - le informó a Abby que se encuentra junto a mi- cubre la entrada y apunta a la cabeza del que quiera entrar

Asiente y me muevo al comedor. Al fondo veo a mi hermana terminando de cortarle la garganta a un tipo y a Axer cubriendole la espalda. Noto un movimiento y sigo a su dueño escaleras arriba.

La orden era no dejar entrar a nadie, nadie  a saber cuantas ratas ya se han colado. El sonido de los disparos inundan la casa y el golpe estruendoso de quien tengo delante no interrumpe la sinfonía de balas, un tiro justo en su cráneo.

Bajo las escaleras y no comprendo de donde ha salido tantos pendejos. No localizó a Abby y me comienzo a desesperar. Un sujeto me apunta pero al instante cae al suelo cuando un cuchillo se le entierra en el cuello. Mi hermana me guiña un ojo desde lejos y sigue en lo suyo.

Todo se convierte en un caos, apunto, disparo y elimino. Mi chica sigue desaparecida y me comienzo a inquietar.

-Morgan- me giro en dirección a Axer- sígueme

Le hago caso y me guía a las escaleras. Lo comprendo cuando se lanza al suelo y comienza a apuntar desde las barandas. Hago lo mismo y en cinco minutos limpiamos el salón. Las palabras no me salen, y me levanto automáticamente cuando escucho gritos fuera.

Es Abby, sus gritos me mueven al patio y la veo luchar contra el que la arrastra hacia el helicóptero. Mi hermana reparte golpes a los que la rodean y logra darle de baja a cinco. Tiene la mirada oscura que la acompaña siempre que entra a las jaulas y en una oportunidad le entierro un balazo al que sostiene a Abby, no hay tiempo para dejarlo vivo y luego entretenerme con él.

-ya lo tenía resuelto- me mira Milenka, ruedo los ojos porque la maldita siempre quiere las víctimas sólo para ella

- no iba a perder un segundo más cuando la vida de Abby estaba en peligro

- idiota

Se va y es cuando noto el silencio. Los disparos cesaron y en segundos siento el cuerpo de la rubia impactarme y sus sollozos me hacen envolverla en mis brazos.

- todo está bien, nadie se volverá a atrever a ponerte un dedo encima otra vez- le susurro y su mirada cae en la mía.

- sentí tanto miedo- le sonrío y acaricio la mejilla, limpiando la humedad.

-ya estoy aquí- la beso y estrecho contra mi, sintiéndome seguro.

- muevan el culo que justo ahora no tengo paciencia para sus tonterías de enamorados - la voz de mi padre nos hace movernos al interior y noto las mejillas rosadas en Abby. El ministro logra intimidar con mucha facilidad a cualquiera que nonpertenezca a la familia.

-son unos hijos de puta- escucho a mi hermana quejarse cuando nos reunimos con los demás- espero que alguno haya quedado vivo para hacerlo sentir el infierno

Mellizos Morgan: Fanfic Pecados Placenteros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora