Quince horas después Yibo vio cómo un reluciente BMW azul marino se detenía delante de los establos. Sabía quién conducía aquel auto antes de que bajara, alisara una arruga imaginaria de su traje y diera un exagerado salto atrás aterrado ante la bienvenida de Fairy.
Haciendo caso omiso, Yibo empujó la carretilla hasta el siguiente cubículo y hundió la horca en la paja. Cuando se erizó el vello de su nuca supo que tenía compañía.
—¿Te has perdido, hermano? —preguntó sin volverse.
—Me habían dicho que estabas jugando en el campo, pero pensé que se trataba de otra cosa.
Yibo apretó el mango de la horca, pensando por un momento en atravesarlo con ella allí mismo. En cambio, con un hábil movimiento la hundió en la paja sucia, la alzó y la lanzó hacia la carretilla, pero parte cayó sobre un par de caros zapatos italianos.
—Lo siento —dijo Yibo alzando una ceja.
JunKai frunció los labios asqueado.
—¿Podríamos seguir hablando en el despacho?
—¿De qué quieres hablar exactamente?
—Conozco a alguien que quiere entrar en el negocio de los caballos. Parece que esto le interesa.
—¿Recuerdas lo que te dije el día que llegué? ¿Qué parte de no quiero tu ayuda no entendiste? Gracias por venir hasta aquí, pero no estoy buscando un comprador.
—¿Pero qué dices? —estalló JunKai—. Tú vives en Estados Unidos. ¿Para qué quieres una propiedad aquí?
Eso no es asunto tuyo, fue la respuesta que le habría dado una semana antes. Pero por primera vez en catorce años decidió que valía la pena hablar con su hermano.
—No sé si Zi Xuan te dió mi mensaje, pero lo repetiré. No quiero nada tuyo, y menos eso que tú llamas el servicio. Y sí, vivo en Estados Unidos. Decidí irme porque sería mejor para todos y porque quería vivir mi propia vida. Y demostré que podía hacerlo sin la ayuda de Yang y a pesar de mi origen. Y mi decisión de conservar EQUUS no tiene nada que ver contigo. Nada en mi vida tiene que ver contigo. Ya no.
—Esa no es forma de hablar a la familia —dijo JunKai sofocado y tenso.
—¿Hablamos de formas de tratar a la familia? ¿Qué hay de tus esfuerzos por localizarme cuando Yang cayó enfermo? ¿Y la carta del abogado cuando murió? Puede que no fuera mi padre natural. ¿Pero crees que no merecía algo más?
—No te mereces nada… —siseo JunKai con voz cargada de desprecio—. Excepto lo que estás haciendo ahora mismo. Ese sí es un trabajo adecuado para ti.
—Te sugiero que te largues de aquí antes de que haga algo adecuado con esta horca.
—Los dos sabemos que no te atreverías —dijo JunKai sonriendo, aunque dio un paso atrás—. Esta vez Yang no puede defenderte.
Esta vez te demandaría.—Él nunca tomó partido. Era justo.
—Todos sabemos que tú eras su favorito. Por eso te dejo esto.
—Tú tienes la mansión de Shanghai —dijo Yibo exasperado—, la presidencia de la compañía y todo lo demás. ¿Por qué te interesa tanto esta pequeñez de campo?
—¡Porque no es una pequeñez! ¡Porque es lo que más le importaba! —estalló JunKai finalmente.
—¿No crees que es hora de que superes estos celos? Tienes veinticinco años, tienes esposa e hijos, la casa y el trabajo que querías. ¿No puedes concentrarte en lo que tienes, y no en lo que no puedes tener?
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UNCONDITIONAL TO YOU
FanficLa Oveja Negra de la familia Wang regresaba y el sonriente entrenador de caballos sabía todo sobre él.