Capítulo 25: CALEB

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YISLEM

— ¡Yis! ¡apresurate!

— ¡Ya voy mami! — grito desde mi habitación.

Hoy iré a hacerme la ecografía, la Doctora que está llevando el control de mi embarazo dijo que podré saber si mi bebé será niño o niña.

Realmente me gustaría tener un niño. No sé porqué pero ese es mi anhelo.

Dios, por favor que sea niño — le pido mientras sonrio ampliamente.

Bajo lentamente las escaleras. Mamá está sentada en el sillón.

— ¡Listo mami! ¡vamos!

Ambas nos dirijimos hacia la puerta y salimos por ella.
Entramos en el auto y mamá comienza a conducir.

— ¿Shery va a ir? — pregunta

— si, dijo que nos esperaba allá

Anoche Sheridan me llamó, dijo que me acompañaría, que quería saber que sería el bebé. Esta muy emocionada por ello.

Dejé la universidad, me di de baja, ahorita no puedo pensar en nada más que en el bienestar de mi hijo o hija, quizás más adelante pueda volver a estudiar y terminar mis estudios.

Esta no era la forma en la que quería que sucedieran las cosas pero ya no hay marcha atrás, se que gran parte de lo que estoy pasando es por haber elegido un mal camino, pero también es lindo saber que saber que seré madre.
Quizás soy muy joven aún, pero se que Dios me dará las fuerzas para poder hacerlo.

Mi confianza está puesta en Él, Él es el centro de mi vida ahora...

[.....]

Minutos después ya nos encontramos frente al consultorio.
Salgo del auto y espero a que mamá se estacione.

— ¡Yis! — Sheridan corre a abrazarme después de bajarse de un taxi

— Gracias por venir...

— No agradezcas — dice — no me perdería por nada del mundo ver por primera vez a mi sobrino o sobrina.

Sonrio. Juntas nos adentramos al consultorio. Nos sentamos en la sala de espera y minutos después la asistente nos llama.

Entramos en la habitación.

— Buen día Yislem ¿cómo te sientes?

— Buen día Doctora, estoy bien — respondo.

— bueno voy a necesitar que te recuestes aquí — me señala la camilla

Hago lo que me pide, Mamá y Shery están sentadas en una silla a un lado de mi.

La Doctora Se llama Juliana, de hecho es la madre de Isela.
Es una mujer muy amable y comprensiva.
Se acerca a mi y me pone un gel en mi estómago, se siente frío, posteriormente pone el aparato y las imágenes comienzan a aparecer en la pantalla.

AL FINAL DEL ABISMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora