Capítulo 29: UN NUEVO COMIENZO

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YISLEM

— ¿qué haces aquí? — pregunto en cuanto veo a aquel chico parado frente a mi puerta

— ¿podemos hablar? — pregunta

— No —estoy por cerrar la puerta cuando él la detiene

— ¡por favor! — suplica

— okey está bien — ruedo los ojos

— perdoname Yis, se que te abandoné, no tengo excusas...— las lagrimas comenzaron a rodar de sus ojos

Se ve tan frágil, por primera vez en mi vida veo a un Samuel totalmente diferente.
Es como si algo o alguien le haya mostrado la verdad.

— ¡por favor! — sigue diciendo — ¡por favor te suplico que me perdones!

No sé que hacer, no se si perdonarlo o dejar todo así.

<¿qué hago? ¿Cómo puedo saber si sus palabras son sinceras? ¿y si me vuelve a dejar? >

— Yislem...di algo — dice entre sollozos

— No sé Samuel — respondo mirando hacia otro lado

— ¡perdóname! ¿Qué hago para que me perdones? — Se acerca a mi y toma mis manos entre las suyas — ¿quieres que me ponga de rodillas? Puedo hacerlo — se inca frente a mi — ¡Yislem perdoname!

— Samuel, estas comportándote como un niño...— intento hacer que se pare

— Solo quiero tu perdón...

— Es que no se. Tengo miedo, ¿y si luego me dejas sola?

— Nunca más me alejare de tu lado...

— ¿lo dices en serio?

— Créeme cuando te digo que daría todo por tenerte a mi lado...

— No sé...

— Se que para ti es difícil creer en mi de nuevo...

— Lo es — admito, ya una vez creí en el y me falló.

— No soy una mala persona, y te lo demostraré, solo quiero estar a tu lado, quiero vivir mi vida junto a ti...Solo pido una oportunidad...

— ¿una oportunidad?

— Solo una, déjame demostrarte que no soy quien piensas, que puedo ser mejor...

— ¿qué te sucedió? — le pregunto, lo noto más cambiado, hay algo diferente en él..

— Dios...— responde con una sonrisa

— ¿Dios?

— Si...— Se para frente a mi — Dios ha cambiado mi vida, por fin he visto la luz...Por fin encontré la verdadera vida en Jesús...

No sé cómo pero cuando me doy cuenta ya estoy llorando, mi anhelo siempre fue que él se acercara a Dios, yo queria ayudarlo pero lo hice mal...
Pero ahora estoy feliz, feliz de que al fin Samuel haya encontrado el verdadero camino...

AL FINAL DEL ABISMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora