AL FINAL DEL ABISMO

Capítulo 20: EL ACCIDENTE

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NARRADOR OMNISCIENTE

Le prometio a Samuel nunca alejarse de él y estaba dispuesta a cumplir su promesa, nunca iba a dejarlo, siempre estaría a su lado. Ya llevaban dos meses  juntos y todo iba de mal en peor.

Mientras pensaba en eso un recuerdo vino a su mente...

Estaba en la iglesia arrodillada frente al altar. Como olvidar ese día, fue el día en el que Dios la llamó a servir en su obra.

Ella lloraba mientras sentía la presencia de Dios inundar todo su ser.

‐ Dios Gracias por este precioso regalo que tu me has dado de poder sentirte a mi lado.
Padre yo te entrego toda mi vida, mi tiempo, todo es para ti.
Quiero servirte por el resto de mis días, te prometo nunca apartarme de tu camino, te prometo siempre estar en tu presencia.

Sintio un leve malestar mientras recordó todo eso.
De repente le dieron ganas de vomitar, rápidamente corrió hacia el  baño, se inclinó sobre la taza y comenzó a sacar todo su desayuno.

<Nunca apartarme de tu camino> esas palabras retumbaban en su mente.

Se levantó, bajo la palanca y posteriormente abrió el grifo del lavabo, se lavó la cara y la boca.

Por otro lado se encontraba Samuel pensando en si era correcto seguir con su relación con Yislem.
De algo que se había dado cuenta era que ella había cambiado mucho, no era la misma chica que conoció el primer día de clases.
Y se sentía mal por que sabia que era por él que ella había optado por ser diferente.

[.....]

Al día siguiente...

Sara y Mateo, padres de Yislem, se encontraban preocupados, su hija había cambiado mucho desde que había entrado a la universidad y desde que había empezado a salir con aquel muchacho.
Yislem estaba lejos de ser la hija que ellos creían que era, había abandonado el grupo de alabanza, se había alejado de todas sus amistades, su relación de padre e hija se había roto.

Cada día oraban a Dios para que él obrará en la vida de su hija, para que ella volviera a casa.

— Iré a limpiar la habitación de Yis — Informó Sara a su esposo quien se encontraba leyendo la biblia en la sala.

Sara subió a la habitación y comenzó a limpiar y acomodar las cosas de su hija.
Su habitación era un desastre, por todos lados había ropa tirada y zapatos regados.

Mientras acomodaba la ropa en uno de los cajones encontró una pequeña caja.

Llevó sus manos a su boca y comenzó a llorar.

<Hija ¿qué es lo que te ha pasado?, Tu nunca harías esto?> pensó mientras sollozaba.
No podía creer que su hija hubiera llegado tan lejos, al punto de consumir sustancias dañinas para su cuerpo.