18 - "Visita Inesperada"

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POV Camila

Respiraba con esfuerzo mientras ella me tenía tomada por la cintura, subía y bajaba sin parar solo me faltaba un poco para llegar.

Se veía roja, sudorosa y caliente, me incline hacia adelante buscando su boca, me abrazo inmovilizandome su pelvis se volvió loca y me daba durisimo grite llegando en su boca, no paro de penetrarme hasta que quede laxa encima de ella.

Sonreí acomodandome más en ella, sus manos acariciaban mi espalda y el dildo seguía dentro de mí, pero no quería moverme estaba en extasis total bese sus pechos, luego me metí en su cuello oliendo su piel.

Michelle:_Si yo no supiera que te gusta tanto estar conmigo creeria que eres hetero... Como te gusta brincar en ese pedazo de plástico. -dijo riendo.

Camila:_No me critiques por disfrutar. -le dije avergonzada, si me gustaban mucho los dildos- Ademas tu eres la que me da duro y donde es. -ella sonrio con suficiencia.

Me levante un poco sacándome el plástico, la bese con hambre sus manos viajaron a mi culo tocandolo como le dio la gana.

Michelle:_No te bañes... -dijo oliendo mi cuello- Vamos a comer y seguimos con lo que hacíamos. -asentí levantándome de ella.

Tome una camiseta de ella me la coloque y recogí mi cabello fui al baño orine, lave mi cara y brazos salí de nuevo detrás de ella.

La encontré en la cocina haciendo algo en la estufa, me senté en el taburete bostece mirándola mover su hermoso trasero, mientras tarareaba una canción.

Amaba verla tan alegre y feliz, eso me llenaba mucho saber que la hacía sentir así, ella giro y me miró sonriendo.

Sirvió en un plato un trozo de pollo a la plancha, luego en otro plato y así fue poco a poco sirviendo nuestra comida, eran como las tres de la tarde más o menos afuera llovía, no era un buen día para salir a ninguna parte.

Comimos sentadas al lado una de la otra, ella me daba besitos en mi hombro izquierdo y en el cuello también, tomaba jugó cuando escuche ruido mire hacia la puerta principal, todo estaba normal quizás fue mi imaginación.

Ella recogió los platos sucios los lavo y me señaló el piso junto a la chimenea, la encendió era de gas, nos echamos en la alfombra gris de material suave y olorosa a limpio.

Con un montón de cojines a nuestro alrededor ella se acostó completa mirando el fuego, yo tomé mi espacio a su lado recostando mi cabeza en su estómago, ella acariciaba mi cabello con delicadeza dándome sueño.

Vimos la luz de la cocina parpadear un par de veces hasta que se apago por completo, genial un apagaon suerte que la chimenea era de gas y no eléctrica, el ambiente se había vuelto un poco obscuro estaba lloviendo más fuerte que antes y hacía frío.

Michelle:_¿Tienes frío? -asentí- Ven aquí. -abrió sus brazos me acosté de lado dándole la espalda y enseguida me envolvió con sus brazos calentando mi cuerpo- ¿Mejor? -asentí de nuevo gire mi cabeza y la bese suave en la boca.

Camila:_Me encanta cuando eres protectora conmigo, me cuidas y eso es genial... -murmure sintiendo como me besaba detrás de la oreja, removiendo cosas en mi interior- Basta, sabes que no me gusta hacer nada después de comer, debemos reposar. -murmure con mis ojos cerrados, sintiendo su mano traviesa debajo de la franela que me tapaba.

Michelle:_Hueles tan bien. -me olía por el cuello haciendome erizar e incluso sentí mis pezones endurecerse.

Camila:_Cochina eres... huelo a culo y a sudor después de lo que hicimos... -dije riendo ella también rio.

Un Corazón Para Dos (CAMREN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora