Arrogante

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Remus se sintió inquieto, aunque él solo tenía calidad de observador. Sin ser el centro del problema, pero tampoco era como si intentara detenerlo, era neutro y sin embargo no se sentía tranquilo. 

La noche anterior Sirius llegó a el dormitorio que compartían, su apariencia desaliñada era la misma de siempre pero el aire que lo rodeaba se sentía distinto. Sin intercambiar muchas palabras, Sirius se acomodó en su cama y anduvo leyendo algunos libros de hechizos mágicos.  Remus pensó que habría algún indicio de tregua o solución pero lo único que obtuvo fue una incómoda y glacial atmósfera en la que nadie quiso decir más de tres palabras. Así, la noche pasó sin problemas.

Al despertarse, lo primero que hizo fue mirar alrededor; Peter y James aún dormían, sin embargo, Sirius ya no se hallaba allí. Remus se vio tentado a suponer, y apostó a que el mayor de los Black se dirigiría a la lechucería

Sonrió para sí mismo, aún era temprano, así que él también decidió pasear un rato.

A pesar de que se vistió apropiadamente, aún tenía frío. No es que no le gustase el frío, siendo un mitad licántropo era inevitable para él tener calor, así que usualmente disfrutaba del frío. Bueno.. actualmente hacía demasiado frío y no le gustaba. 

— Ahh, Fuuu, fuuu— Sopló sus manos un par de veces, incluso a través de los guantes de lana, musitó — Hace frío umm. — A pesar de poseer una temperatura corporal alta por naturaleza se sintió abrumado por la helada.

En ese momento estaba nevando un poco, pero no lo suficientemente fuerte como para que impedir que algunos estudiantes caminarán en los alrededores. Remus era uno entre muchos y se ahogó con facilidad. Él deseaba soledad o cuando mucho silencio externo, observó el mapa en su memoria y se decidió por el patio. Al llegar, el lago negro lució una superficie calmada y brillante — "No se congeló aún" — Remus sonrió y caminó hacia allí, su atención fue automáticamente robada por la belleza del agua. 

Mientras caminaba, una melodía comenzó a reproducirse una y otra vez en su memoria, era semejante a un disco rayado; él sonrió nuevamente y no pudiendo resistir la tentación, comenzó a cantar.

"Two little boys had two little toys
Each had a wooden horse

Gaily they played each summer's day 
Warriors both of course

One little chap then had a mishap 
Broke off his horse's head 

Wept for his toy then cried with joy 
As his young playmate said

Did you think I would leave you crying 
When there's room on my horse for two 

Climb up here Jack and don't be crying 
I can go just as fast with two 

When we grow up we'll both be soldiers 
And our horses will not be toys 
And I wonder if we'll remember 
When we were two little boys."

Para cuando terminó de cantar, ya había llegado a un árbol cercano a la orilla, se acercó y aplicó un hechizo de aire caliente para derretir la nieve. Estuvo un buen rato lanzando el mismo hechizo una y otra vez; si la primera vez fue para derretir la nieve, la segunda fue para secar el pasto, la tercera para secarlo aún más, la cuarta para comenzar a secar la tierra, y así muchas veces más.

La libreta de un merodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora