Primera Nota

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Al comenzar a leer lo primero que captó la atención de Severus fue que no había fecha alguna, así que podía ser de cualquier día, mes o año.

"Este día es especial, de hecho todo en hoy es especial. Es el cumpleaños de mi querido hermano menor y el espero que le guste el regalo que le tengo preparado"

Severus agarró un pergamino y comenzó a escribir los datos que iba recopilando sobre la persona misteriosa que había perdido la libreta.

Dato 1: El dueño de la libreta tiene un hermano menor.

Y continuó leyendo...

"De hecho, esta libreta de por sí tiene una gemela. Tal vez pueda parecer poco original pero creo que será bastante útil en un futuro cercano"

Dato 2: Existe una libreta igual a esta...

No terminó de escribir pues no sabía para qué servía que existiera una libreta igual a esa.

"Espero que le guste y que la utilice"

Entonces Severus notó algo más, el siguiente párrafo estaba escrito con un color de tinta distinto.

"No se que le haya dicho mi madre, pero mi hermano se portó muy mal conmigo.

No había necesidad de gritarme o de golpearme, cuando mamá llegó por el alboroto le dije que había sido mi culpa y ella me castigó. Creo que aún no estás listo para recibir este regalo"

¿Se refería a la libreta, verdad? ¿Qué tan mala podría haber sido aquella pelea como para resquebrajar el amor que aquel chico/a sentía por su hermano menor? Definitivamente Severus no lo entendía, pero tampoco quería comerse las neuronas pensando en cosas que no le concernían.

Para empezar ¿Por qué es que había recogido esa libreta en primer lugar?

Sin decir nada Severus recogió todas sus pertenencias, incluyendo a la libreta, y fue a su dormitorio. Estando allí se preguntó a sí mismo si debía ir a el gran comedor pero una imagen de los Merodeadores le hizo pensárselo seriamente...

— Tal vez no debería... ellos simplemente aprovecharán cada oportunidad que tengan para joderme. — Lo había dicho en voz alta sin querer, pero no le tomó importancia al recordar que cuando él ingresó no había nadie.

— Deberías cuidar de tu vocabulario, Severus. — Una voz bastante conocida habló a sus espaldas pero Severus no demostró su asombro, contrario a eso solo comenzó a arreglar sus libros.

— Estoy en mi dormitorio, por lo que creo que puedo expresarme como quiera. La pregunta es qué haces tú aquí — dijo poniendo énfasis en el tú.

— Regulus estaba un poco preocupado pero no quería incordiarte así que me pidió el favor. Pero ciertamente has estado raro estos días. — La manera de hablar parsimoniosa que tenía Lucius contrario a calmarlo solo lograba ponerlo de los nervios.

— No me pasa nada — Severus volteó y encarando a su mayor volvió a hablar — de hecho, estaba por ir a cenar, así que si me disculpas...

Severus tomó rumbo a la puerta y salió rápidamente, sabía que si se quedaba allí por más tiempo el mayor no tardaría en hacerle soltar toda la sopa (a veces Lucius solía ser muy persuasivo) y sinceramente no quería hablar sobre su estado anímico de los últimos días.

Apenas ingresó al comedor notó que la mayoría ya se hallaba allí, y como siempre estaba ese revoltoso grupo en la mesa de Gryffidor. Al parecer Sirius y James habían hecho de las suyas otra vez pues Remus, Peter y algunos de los Gryffindor que se hallaban cerca de ellos estaban que estallaban en risas mientras que el resto de los alumnos solo permanecían quietos y mirando.

— No se parece en nada a un Black ¿Verdad? — Aunque había sido solo por unos breves segundos Severus podía apostarse un dedo a que Regulus había estado sonriendo antes de que él le hablara.

— De hecho no, pero tiene bastante de madre. Ella también es así, solo que lo esconde bastante bien. — Regulus miró en dirección a Severus quien se estaba sentando en el asiento libre de su lado.

— ¿No lo extrañas? Es tu hermano después de todo — La expresión que Regulus tenía cambió drásticamente haciendo que Severus se arrepintiera de su comentario.

— No — Su respuesta había sonado bastante más fría de lo habitual — Él dejó de ser mi hermano cuando renegó de sus raíces y su apellido.

Después de esa pequeña e incómoda charla ambos comieron en silencio, en un incómodo silencio que ninguno se atrevió a romper. Pero Severus creía que tal vez existía una buena razón por la que Sirius hubiera hecho eso, una razón que Regulus no le había contado porque tal vez no la sabía.

❄️❄️ḶḭḀḧ❄️❄️

La libreta de un merodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora