Instituto - Jackstabo

𝚟𝚒𝚐𝚎𝚜𝚒𝚖𝚘𝚝𝚎𝚛𝚌𝚎𝚛 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘

-y Jack se volvió completamente loco, lo buscaba por todos lados. - terminó su relato Michelle riendo junto a los demás presentes.

- tenía sólo trece años - se defendía casi llorando de la risa.

- creo que voy a llorar - dijo Horacio secando las lágrimas que amenazaban por salir de la risa.

- bueno, y... ¿que tal te la pasas? - dirigió su pregunta el peli gris a la una chica frente a ellos.

- bastante bien, es una isla un poco peculiar.

- El otro día fui a comprar leche y me pillaron de rehén - agregó Gustabo bastante tranquilo a la conversación.

- ¿como?

-¿por que no nos habías dicho?

- ¿no te paso nada?

- paren, paren, paren. No me pasó nada, eran los atracadores más amables del mundo, hasta nos pusimos a bailar la mayonesa, y me dejaron llevarme la leche sin pagar.

Jack negó con la cabeza y soltó una risita - no tienes remedio.

- bueno, ¿vamos a por los trajes?

- noo que pereza - respondió el rubio a su hermano.

- eres un perezoso,anda vamos.

Resulta que al siguiente día sería su graduación y ellos recien irían a comprar los trajes, ¿por qué? Pues ¿por qué no?

Los cinco se levantaron y después de pagar la cuenta salieron de la heladería en direccion a una tienda donde comprar una vestimenta aceptable.

Paseando un poco se encontraron con una tienda de trajes, donde se desidieron por entrar.

- me siento modo consejera - habló michelle. Gustabo se río - mira ven ayúdame a elegir algo.

Este par se dirigieron juntos a la sección de tallas pequeñas y empezaron a mirar, realmente había mucha variedad, desde trajes color rosa hasta los típicos de cuarentón divorciado.

Empezaron mirando varios refinados pero muy normales, muy comunes.

- mira, ¿que te parece este? - preguntó el rubio a su reciente amiga

- esta muy guapo, pero yo lo escogeria un poco más oscuro.

La chica le mostró el mismo traje color morado esta vez un poco más oscuro que le hacía contrastar con su  pálida piel.

- hostia, si esta más Guapo. Voy a probarmelo.

Ahora nos vamos a la otra esquina de la tienda donde Horacio y Volkov miraban los trajes negros.

- Mira este Vik - le indico mostrando como todas y cada una de las piezas de este eran de color negro 

- mmm, no lo sé, no me convence.

- pruebatelo, se te va a ver hermoso, porfa.

Volkov torcio los ojos -  ¿que me das a cambio? - pregunto mirándole directamente.

Horacio soltó una risita nerviosa - puedo darte un besito, quizá te dé dos y luego si quieres podrían ser tres.

- me interesa, anda vamos.

La pareja se dirigió a los vestidores donde Volkov entró en un cubículo y Horacio le espero afuera.

En cuanto el ruso salió miles  de pensamientos vinieron a su cabeza, se veía tan guapo, el traje no se le veía ni muy pequeño ni muy grande, estaba en el punto perfecto.