Instituto - Jackstabo

𝚟𝚒𝚐𝚎𝚜𝚒𝚖𝚘𝚌𝚞𝚊𝚛𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘

– Horacio, no me sale el nudo de la corbata.

– a mi tampoco – dijo el de cresta haciendo un puchero.

– joder tío, que me he visto un tuto y todo – Horacio soltó una carcajada y siguió con lo suyo.

Gustabo – haciendo tiempo hasta que llegara Conway y le ayudara – tomó un poco de iluminador y lo aplicó con una brocha en sus pómulos, nariz y en el arco de sus labios. Al terminar, se observó en el espejo y podría jurar que sus ojos brillaban de ver lo hermoso que lucía.

No tuvo que esperar mucho más cuando Jack hizo acto de presencia en la casa.

– hola - saludo Gustabo mirando su móvil.

– hola cariño, me encuentro muy bien. gracias por preguntar.

Gustabo río y despegó la vista del aparato para acercarse a su amado y besarle.

– estas muy guapo - halagó acomodando la corbata de su compañero.

– eso siempre.

– a ratos te dan delirios de narcisista.

– y bien que te gusta - Gustabo soltó una carcajada - no lo niego.

– ¿me ayudas con la corbata?

– hombre, claro.

Jack tomó la corbata entre sus manos, levantó en cuello de la camisa y la acomodo dando vueltas o lo que sea que se haga al anudar una corbata

Al terminar se quedó viendo el rostro sereno de su pareja con una sonrisa plasmada en el, pero — como nunca podrían tener un momento romántico como Dios manda — Horacio les interrumpió con un gritó.

–¡No perro! - exclamó exagerando la "rr" – ¡Gustabo! ¡¿Donde está mi maquillaje?! ¡Ya no, ya lo vi! ¡Gracias zorra!

Gustabo soltó una carcajada limpia - como lo quiero.

Volkov, que ya se estaba cansando de estar encerrado en un coche esperando que los demás salieran. Se bajó del vehículo y se dirigió a la entrada del hogar, Seguidamente llamó a la puerta, casi de inmediato Gustabo le abrió.

– priviet

– hombre Volkov, pasa. Horacio está arriba - habló

'ah , que no me apetece hablar con mis amigos, solo vengo a ver a mi pareja' pensó sarcásticamente.

Volkov asintió y saludo en un murmuro a Conway antes de dirigirse a donde se encontraba

El ruso se recargó en el marco de la puerta observando a Horacio intentar hacerse el nudo de la corbata fallando de una forma lamentable.

- ¿necesitas ayuda?

Horacio pegó un brinco asustado.

- jo' que susto - se acercó a su pareja y le proporcionó un beso pequeñito e inocente.

El extranjero poso sus manos en la cintura contraria acariciándole suavemente y le sonrió.

- vamos tarde, ¿lo sabias?

- yo creo que llegamos. justito, pero llegamos.

Volkov negó con la cabeza, tomó la corbata de su pareja entre sus manos, también la pequeña bolsita con la vestimenta tradicional de graduación y ambos se dirigieron al coche encontrándose con Jack y Gustabo justo adentrándose en el.