𝚟𝚒𝚐𝚎𝚜𝚒𝚖𝚘𝚚𝚞𝚒𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘

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eran las 5:30 am del martes y Jack conway se encontraba en la puerta de su casa junto con su mejor amigo adentrando las ultimas maletas que llevaría a su país natal en el maletero del coche. 

- sabes que te voy a extrañar ¿no? - habló el ruso a su mejor amigo. 

- claro que lo se, también te extrañare ruso de los cojones.

los recuerdos nostálgicos llegaban a la cabeza del mas alto, por alguna razón sentía esto como una despedida para siempre y muy en sus adentros algo le gritaba que hablara con sinceridad con su amigo, que no reprimiera sus sentimientos, que solo los dejara florecer. y así fue. 

- Yo... Conway.. yo te veo como a un hermano mayor. yo.. nunca nadie me había apoyado como tu y se que si mi familia supiera de mi relación con Horacio solo me tratarían de maricon, pero tu eres parte de ella y nunca me has tratado mal. 

yo.. no suelo hacer esto, pero quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mi y por que eres un buen hermano, se que  tal vez me estoy precipitando, pero sabes que conseguir los papeles y el dinero no será difícil para mi, y no quiero desaprovechar la ultima oportunidad que tengo de expresarte mi cariño. 

en los labios de conway se formo una casi imperceptible sonrisa, era lindo saber que significaba tanto para alguien, mas si ese alguien era importante para el. estiro sus brazos y abrazo su amigo mientras en su oído mencionaba las siguientes palabras - yo también te aprecio. y nunca, escúchame bien, nunca te trataría mal por ser quien eres, eres una persona increíble y siempre lo serás para mi, mariconetti. 

y hubo un pequeño ademan de lagrimas en los ojos de ambos, pero querían creer que esto no era un adiós, solo un hasta luego. 


Ahora  Jack y Gustabo se miraban fijamente mientras una sonrisa se plasmaba en ambos rostros.

- nunca pense tener que despedirme de un amargado en el aeropuerto.

- no soy ningún amargado, soy responsable.

- lo que digas amargado - susurro mirando hacia otra parte.

- Gustabo, mírame. - El nombrado dirigió su vista justo hacia los ojos de su amado. - prometo volver, te prometo que cuando venga veremos "Fame or Shame" juntos y nos reiremos de las personas que hacen el ridículo.

- aquí te espero, eso no me lo puedo perder - ambos rieron.

- ahora en serio, te quiero, te quiero muchísimo Jack Conway.

- yo a ti, mas de lo que he querido a cualquier persona, te quiero el universo y mas Gustabo García.

-  bésame, bésame o lo hare yo.

Conway atrajo a su pareja hacia el mismo y juntó sus labios de forma suave y cariñosa, sus labios danzaban queriendo guardar en su memoria cada rincón del otro. Queriendo guardar para siempre en su memoria el patrón de sus dientes, la textura única de su lengua y la densidad de su saliba.

Sus manos acariciaban guardando en sus mentes cada rincón del cuerpo contrario, cuán pequeña era su cintura y cuan ancha su cadera, la suavidad de su piel y el olor de sus perfumes.

Tras un rato juntos se separaron mirandose a los ojos con amor.





- Horacio...

- Conway...

- te voy a extrañar capullo.

- yo a ti... Imbecil.

- ¿como que Imbecil? Respeta a tus mayores.

- lo siento, abuelo.

- serás tonto - dijo riendo.

Instituto  - JackstaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora