𝚍𝚎𝚌𝚒𝚖𝚘𝚜𝚎𝚡𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘

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- puedes pasar - indicó Volkov. Horacio paso y fue hacia una habitación siguiendo a Volkov. La habitación era bastante espaciosa y linda, mucho más que la de Horacio.

Los colores neutros como el azul oscuro, gris, negro y blanco predominaban.

Y en estos momentos intervengo yo como narradora para pedirles que recuerdan la habitación de Volkov, la que vimos en el segundo capítulo.. Aquella con un cuadro de mariposa y una cama espectacular... Pues es esa en la que nuestros dos chicos están.

Retomando con nuestros dos chicos Horacio se encontraba observando la habitación. cuando pudo ver un cuadro con una mariposa muy bonita.

- me gustan mucho las mariposas - dijo el de cresta mirando la mariposa en la pared.

- es un animal muy bonito, las azules son especialmente bellas. - hablo Volkov acercándose al Moreno y mirando hacia el objeto.

Horacio quién no había notado la cercanía del contrario volteo encontrándose de frente con Volkov y tropezando un poco. El ruso lo noto y paso una de sus manos rodeando al contrario por cintura y sosteniendole para que no cayera y lo levantó.

Ambos rostros quedaron muy cerca haciendo que los nervios se apoderararn del cuerpos de los jóvenes, pero apesar de tener como esta pequeña tensión y el nerviosismo no se separón, por el contrario se quedaron así mismo mirando a los labios del contrario.

El primero en separarse fue Volkov quien se dirigio a una estantería ubicada en el espaldar de su cama y tomó dos libros de física.

Horacio se sentó en la cama y miró en silencio como el otro tomó una mesita plegables de las que utilizan para los desayunos en la cama y la puso sobre la cama.

Seguidamente la extendió y tomó un lapicero junto con los libros posicionandolos sobre la mesita en la cama.

Volkov se acomodo y le indicó a Horacio que lo hiciera a su lado y de esta forma comenzaron a estudiar juntos.

- así que 12ˣ 45ʸᵖ + 78ˣ 2ᵖʸ es el equival... - Horacio dejo de escuchar para simplemente admirar el rostro de su acompañante.

Miraba sus hermosos ojos, la pequeña gota de sudor que bajaba por su cien y sus brazos algo fornidos, miró su concentración y el pequeño mechón de cabello que bajaba por su frente. Solo le miraba y veía sus labios abrirse ante las palabras que pronunciaba.

Le veía con deseo y no es por nada pero su última vez había sido con claudio hace ya unos meses.

Su acción fue interrumpida cuando noto que Volkov le miraba con algo de reproche al haberle notado distraído.

El menor desvío la mirada con un notable sonrojo y tomó un lápiz simulando escribir números y cosas sin sentido haciendo divertir al mayor.

- ¿me estaba usted mirando horacio? - preguntó formalmente incrementando los nervios del contrario.

- no - respondió con un tono un poco infantil sacándole una sonrisa al contrario.

- mireme Horacio - el contrario obedeció casi de inmediato mirándole fijamente con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

Ninguno dijo nada, solo se miraron fijamente sintiendo una conexión mientras acercaban sus rostros lentamente hasta llegar a tal punto de rozar sus narices en un beso esquimal con los ojos cerrados.

Juntaron sus frentes aún con los ojos cerrados y suspiraron, después de unos cuantos segundos se separaron y conectaron nuevamente sus miradas.

- veía lo lindo que eres. - soltó de la nada mirando al contrario con ojos de amor y una ligera sonrisa en sus labios.

Instituto  - JackstaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora