Entre Amor & Odio

Capítulo VIII REGRESO

Despierto a las 6 de la mañana y me entran los nervios al recordar que Matt y yo lo hicimos en su oficina. Despejó mi mente de esos pensamientos y decido darme una ducha.

Al rato ya estoy cambiada, me puse una falda azul Marino tipo tubo por encima de las rodillas, con una camisa blanca y unos zapatos a juego con mi falda. Salgo cuando mi Uber llega, eso me recuerda que debo seguir ahorrando para comprar un vehículo, estoy cansada de taxis.

Llego al trabajo. Saludo a todos y les doy los buenos días, subo al ascensor y Marco el último piso, cuando se detiene y abre las puertas salgo. Al parecer ya Matt llegó.

Organizó todo en mi oficina, con mi libreta en manos, voy a hacerle un café a mi jefe y voy a su oficina con una bandeja y mi libreta. Toco y espero el pase de parte del otro lado.

—Buenos Días Señor Matt, acá está su café. — Pongo todo en su escritorio.

Matt se para, viene hacia mí y me abraza.

—Buenos Días. Me gusta cuando me hablas de tu ¿Qué te he dicho de decir señor?

—Es la costumbre. Matt no me gustaría ligar lo personal con el trabajo, mejor te digo tu agenda de hoy.

—Cancela todo lo que tenga para hoy, tengo que salir. Solo vine a dejarte unos cheques firmados por si lo piden del departamento de Contabilidad o Financiera, también quise verte Ágata.

—Lo haré. Antes quiero discutir algunas cosas sobre el nuevo proyecto.

Después de media hora hablando con Matt, sobre algunas citas y reuniones, voy a mi oficina, me siento un poco triste al saber que no estará aquí para darme órdenes y así verlo.

Recibo una llamada a mi celular y contesto:

—Hello.

—Hola Aga.

— ¿Gian?

—Ese mismo, te estoy llamando de mi otro número ¿Estas en el trabajo?

—Sí, ¿Por qué?

—Sal un momento a la entrada, hay un amigo que va a entregarte algo de mi parte, recíbelo plis.

—Está bien Gian, que conste que me quitas tiempo de trabajo.

—Jaja solo ve gruñona.

Bajo al primer piso, salgo y sorpresa, casi muero de un infarto.

—Gian por Dios, estás aquí.

Voy corriendo y lo abrazo, prácticamente me tiro encima de él, lo extrañaba realmente.

—Amor estás bellísima, me hacías falta, vine por ti y por trabajo claro.

—Gracias Cariño, yo también te extrañe, que bueno estás aquí, tenemos que salir, hacer muchas cosas y hablar tanto.

Siento una mirada fija en mí y cuando volteo es Matt, está súper enojado lo noto por su cara, sé que es por Gian, pero él y yo no somos nada, ni siquiera hemos formalizado nada.

—Tú jefecito te matara con la mirada. Creo que me voy.

—No lo hará, mejor vamos subamos a mi oficina.

Caminamos hacia el ascensor, entramos y para completar Matt entra, se siente la tensión.

—Hola Gian, que gusto volver a verte. ¿Teníamos alguna reunión pautada? — Le pregunta Matt a Gian.

—Hermano Matt, lo mismo digo. No, solo pasaba por aquí y vine a ver a Aga.

— ¿Aga?

—Sí, Ágata. Le digo así de cariño.

—Me da gusto que se lleven tan bien. — Dice Matt de forma sarcástica.

Se abre el ascensor y cada quien va a su oficina, obvio que Gian va conmigo.

—Qué oficina tan pequeña, ¿No había una menos que está? — Comenta Gian.

—No me quejo, es perfecta para mi Gian.

—Si trabajaras para mí, estuvieras en una mejor.

— ¿Me estás ofreciendo trabajo?

—Sé que no te irías conmigo, por eso diré no por ahora.

Entre risas y cuento, pasamos un rato agradable. Después Gian se fue, decidimos vernos hoy en la noche para tomar unos tragos.

Voy a la oficina de Matt después de haber almorzado.

— ¿Qué hacía ese tipo aquí en mi empresa? — Me aborda Matt inmediatamente entró.

—Me extraña, pensé que no estarías aquí hoy, según dijiste. El solo vino a verme, somos amigos.

— ¿AMIGOS? Después que follaron en New York, en serio y te dice AGA, por Dios es que quieres estar con los dos al mismo tiempo.

—Primero bájale a tu tono, segundo él y yo no hicimos nada, aunque me encontraste mojada en la habitación del hotel y en ropa interior, tercero no soy una puta, tú y yo no somos nada, ni siquiera novia tuya soy para que me reclames de esa manera.

—Me encabrona ver ese tipo contigo, no somos nada Ágata, pensé que tener sexo contigo es algo que debes respetar.

—No tengo nada con nadie Matt y si no me crees son tus problemas, solo te digo que no te confundas conmigo, no soy una cualquiera.

—Haz lo que tú quieras Ágata, ya no discutiré contigo.

Después de esa pelea salgo, voy a mi oficina, termino mi trabajo. A las 5 en punto me retiro a mi casa, sin decirle nada a mi jefe.

Aga: Sobre nombre que le dio Gian Marco a Ágata.