El amor de mi vida (MLB)

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Una semana había pasado desde que Nino residía en la casa de sus padres, siempre mirando a la única pared vacía lanzando una pelota una y otra vez para así entretenerse en ese único movimiento.

Tenía que mandarles mensajes a Adrien, Kagami y Marinette para disculparse, principalmente con el primero que en el transcurso de ese tiempo había recibido múltiples de sus llamadas, eh incluso le había preguntado a su madre.

Era un cobarde, pero bien sabia que ese tiempo fue de utilidad para aclararse, el no tenía la culpa de que no lo quisieran y mucho menos Adrien, simplemente no se le puede obligar a alguien que guste de ti y eso era algo que por fin entendia.

Tampoco tenía los ánimos para ir a la universidad aún así haciendo sus actividades desde casa. Sus audífonos estaban puestos y una melodia pegajosa salía de ellos en cuanto pego un brinco al sentir como alguien le tocaba el hombro.

Se los quito viendo la deslumbrante sonrisa de su madre que le extendía un vaso de jugo de manzana, al verla le devolvió el gesto tomando el líquido que lo ofrecía.

Al tener su mano vacía camino hasta la cama de su hijo sentándose a la vez que el giraba en su silla para verla desde se escritorio.

-¿Ya estas mejor?

-Si, de echo, quería ir después de que terminen las clases.

-Bien, tómate tu tiempo, siempre estaremos contigo.

Salió de la habitación del joven dedicando una última sonrisa para cerrar nuevamente la puerta, se quedó mirando su cuaderno en el cual había preparado una disculpa que claramente se le olvidaría al tratar de decirla.

Tomó su móvil yendo al contacto que tenía titulado como "Chiqui"  presionandolo sin dudar llevándose el dispositivo a la oreja para aclararse la garganta.

-¿Bueno?  Disculpa no tengo este número registrado, ¿Quién eres?

-Vamos torpe, ¿Me extrañabas cierto?

-¡Nino! - una risa se escucho del otro lado que contagio al joven - ¡Eres un maldito! ¿Cómo pudiste dejarme en esa situación? Fue demasiado incomoda incluso no pude estar al lado de ellos por tres días.

-Si, lo siento de verdad, ¿Cómo estás? Y claramente ¿Cómo está tu enamorado?

-Bien, terminé  la clase antes de lo planeado, ¿Hablas de Luka?

-Bravo, sin decir su nombre sabes de quien hablo.

-JA- JA que gracioso eres, el está bien, le ofrecieron unos de sus amigos practicar con ellos así que ah estado centrado en eso, ¿Y tú? ¿Como andas?

-Bien, por cierto ¿Y Adrien? ¿El está bien?

Si saliva paso con dificultad por haber preguntado por el pero ya había evitado demasiado ese momento.

-¿Adrien? ¿Por qué no le preguntas tú? Creo que deben hablar, no lo oíste de mi pero ah estado preocupado por ti eh incluso no creo que haya dormido bien.

-Espera, ¿Lo estás espiando?

-No, simplemente cuando salgo a dibujar lo veo haciendo ejercicio o algo por el estilo, bien hasta que hables y arregles con el, volvemos a hablar, te quiero.

Colgó la llamada sin esperar otra respuesta, Nino se levantó de su cama para por fin salir de su habitación y de su hogar.