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El escuchar música era una experiencia la cual puedes vivir siempre que quieras pero no siempre tendrán el mismo significado las letras. Adrien cada vez que la veía de lejos sentía que había cometido un error, su mirada buscaba la de ella con desesperación y cuando por fin la hallaba está volvía a huir.

Solo veía raras veces a Nino ya que había estado yendo al departamento de ellas todas las tardes y llegaba únicamente a dormir. Tal vez el sabía algo por lo que tendría que esperarlo como su madre alguna vez se lo hizo a él.

Eran las nueve y media cuando la puerta se abrió a lo que giro viendo como su amigo entraba sonriendo como si algo magnífico le había pasado esa noche.

-¡Nino!

Este cerró la puerta viendo a su amigo en el sofá, esto no le daba buena espina ¿Desde cuando se preocupaba por el?

-Viejo - chocaron sus puños echándose a un lado de él comiendo de su recipiente de palomitas - ¿Qué pasa?

-Oye, Mari y Alya ¿Estan bien?

-Si, ¿Por qué? - este lo miraba sin entender la situación y es que era cierto -.

-Alya cancelo nuestros planes y Marinette me ah estado evitando - echo la cabeza para atrás viendo el techo - Dime ¿Le hice algo?

Idiota

Quería gritarselo pero sinceramente era mejor que las cosas se pusieran en su lugar cuando fuera realmente necesario, sin la ayuda de terceros.

-A estado algo preocupada, fue a ver a Felix, se a estado comiendo la cabeza con cosas triviales.

-Lo sé, algo así me dijo la última vez - lo miró de reojo - ¿Sabes algo más?

-No, por cierto, Alya me va a acompañar a la cena.

Se levantó del sofá y cuando estaba por subir el primer escalón escucho como el televisor se apagaba y a los segundos Adrien ya estaba a su lado.

-¿Seguro que es solo una relación ficticia?

-¿Eh? ¿A que te refieres barbie?

-Nada, solo un comentario.

Subió los escalones dejando a Nino reflexionando sus palabras. Alya era mucho más de lo que hubiera imaginado, un carácter demasiado fuerte a decir verdad, su terquedad y arduo esfuerzo lo impresionaba. Podría decirse que le tenía un gran respeto a la vez de miedo pero, no sólo era eso. ¿Desde cuándo su mirada buscaba cada mínimo detalle en ella?

El ver si su sonrisa se curvaba más que el día anterior o hace unos minutos, el tono en el que hablaba y el hoyuelo que se hacía en su mejilla derecha, como peinaba su cabello e incluso lo limpio de sus anteojos. Todo de ella era un mínimo espectaculo que era digno de ser grabado.

Subió a su habitación con engorro lanzándose a su cama boca abajo. Miró en su mesita de noche la fotografía que se habían tomado aquella tarde donde ahora la sentía más real al haberse acercado una considerable cantidad. El verla reír era algo que hacía un inexplicable calor se extendiera en su pecho.

No podría ser amor, no era una sensación como la que tuvo con Chloe o Lila, entonces simplemente era una buena amistad aunque para ser honestos ni siquiera era algo similar a Marinette y Kagami, entonces, ¿Qué era aquello?

Reviso su móvil sonriendo al ver un mensaje de ella.

"Mira lo que me mando Marinette 😹"

"Mira lo que me mando Marinette 😹"

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El amor de mi vida (MLB) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora