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Una fría brisa hizo que abriera los ojos cubriéndose por completo el cuerpo sin embargo aún podía sentir como la acariciaba ya que parecía estar por toda la habitación.

Sin más, se descubrió el rostro que de inmediato fue impactado por el frío haciendo que toda su piel se erizara.

Se levantó colocándose rápidamente la ligera manta para acercarse hasta la ventana para por fin cerrarla y volver a dormir ya que su reloj de mesa indicaba que apenas eran la una de la madrugada.

-Que frío.

Cuándo estaba a punto de cerrar la gran ventana un ligero ruido llamó su atención, una canción de rock estaba en el edificio de al lado, al asomarse veía a Adrien con una guitarra imaginaría cómo si el fuera el interprete de la melodia. Sin aguantar más comenzó a reír cubriendo rápidamente su boca pero que ya no importaba al fin ya tenía la atención del rubio.

-¿Ma-Marinette?

-Qué gran cantante eres, una buena habilidad si me permites decirlo.

-Mierda, que vergüenza que me hayas visto hacer el ridículo.

Ya estaba en su balcón en la esquina para estar lo más cercano a ella, por su parte emparejó su ventana para cubrirse los brazos e imitar la acción de Adrien.

-Bueno, técnicamente apenas vi cuando llegabas a la penúltima nota.

-Menos mal, hubiera sido un reverendo asco que vieras antes de eso.

-Vaya minino, ¿Te da vergüenza?

Levantó ambas cejas hacia arriba para reír a la vez, Marinette se veía realmente linda, sus mejillas rosadas por el frío y su pijama de ositos de dos piezas la hacían ver adorable, al percatarse en donde estaba su mirada inmediatamente se cubrió con su manta.

-Carajo, ¿Estamos a mano? - vio al rubio que ya se había soltado a reír al ver la acción de la azabache - Ey, es realmente cómoda esta pijama, mi favorita si lo puedo decir aunque para algunos pueda parecer "Ñoña" y bue-

-Te vez linda en ella.

Marinette alzó la cabeza y se quedó muda al instante haciendo que sus mejillas se sonrojaran más de lo que estaban, la mirada que le dedicaba Adrien era la culpable de eso una en la cuál transmitía el haber visto algo por primera vez siendo sincero con su cumplido.

-No sólo lo digas para hacerme sentir menos tonta, se que muchos a esta edad no las utilizan.

-¿Y? - ladeo su rostro haciendo que su mirada brillará todavía más - Eso es por el miedo al que dirán, sinceramente te vez linda, si lo confieso, yo tengo una de zebras.

Lo último lo dijo casi en susurró haciendo reír a la azabache para soltar el agarre que ya le había hecho a la manta.

-Desearía ver si es cierto.

-Vaya, ¿Quieres qué me cambié ahora? Que traviesa puedes ser Marinette.

Todo su rostro se puso completamente dándose la vuelta para evitar ahora al rubio que la veía con una sonrisa burlona al ver cómo había echo sonrojar a la azabache que en su primer intento no había logrado.

-¿Y eso? ¿Lo decides tú? ¡¿TE ATRAE MI AMIGA MARINETTE?!

Al recordar las palabras de Nino se giro igual de sonrojado alzando su mano con la esperanza de que la viera para así ya no ver su rostro.

-Nos vemos mañana, ¿Vamos juntos?

-¿Juntos? - dijo la azabache tropezando con su propia lengua - ¿Solos?

El amor de mi vida (MLB) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora