Tu familia y la mía

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- no padre, ella es perfectamente sana, solo sufre de alergias, y no, les repito no está embarazada madre

- ya quiero conocerla, si luce tan hermosa como en la fotos de los periódicos creo que nos darás unos nietos preciosos cariño, cierto Essam?

- si es hermosa, pero la belleza no lo es todo lo sabes verdad said?

- por supuesto padre, amareis a Amanda ella es más que belleza eso lo aseguro

- eso espero,

-¿es que acaso nadie piensa en saludar a su abuela por aquí?

La abuela de said zara, recién cumplía los 75 años pero tenía la energía de una jovencita traviesa en busca de diversión adoraba a sus nietos y era una persona muy sabia y difícil de engañar

- claro que si abuela….

Haciendo una reverencia ante la madre reina dijo dándole dos besos en la mejillas

- bienvenida a Londres mi querida reina

Ella le correspondió con una enorme sonrisa tocándole las mejillas

- no os preocupéis lo he visto en las estrellas ella es tu destino león  

Refunfuño el sultán mirando  a su hijo dudaba de la veracidad de las palabras de su madre,  aunque su opinión se imponía en casi todo momento y el sultán no discutía con la reina madre respetaba su opinión aunque de todas maneras ella la impondría de ser necesario, la familia real se dirigió a un almuerzo que había preparado la comitiva de bienvenida para ellos en el cual  el tema de conversación fue Amanda su leoncilla princesa

Amanda se levanto con energía fue al trabajo y se enfrento a su asistente  y amigo leal

- lo siento, por haberte gritado no estaba en mi lo siento de verdad}

- no te preocupes, solo estaba muy impactado con la noticia de tu boda

- con respecto a esos yo quería…

- me contaras cuando quieras hacerlo yo estaré allí para ti 

- ¿porque eres gay? serias el novio perfecto ¡demonios!

Ian rio a carcajadas mientras Amanda lo abrazaba  y suspiraba

- te quiero sabes?

- Si lo sé, ha por cierto, con el ramo de rosas que te ha llegado, llego esta nota, ha  y los chocolates están de muerte tienes que probarlos

- no gracias puede que me dé indigestión, cómelos tu y regálalos a los chicos de la oficina

Amanda leyó la nota  y maldijo en voz baja

- necesito un gran favor, hoy es la cena con los padres de said, necesito un vestido para la ocasión puedes comprarlo por mi si, si, si?

- ¡compras vengan a mí y invádame! Es mejor que una tarde libre claro que  te comprare un hermoso vestido cuando ese hombre te vea deseara con todas sus fuerzas casarse contigo

- ¡mas! lo dudo vele confió en tus gustos son exquisitos toma 

Dándole la tarjeta de crédito de su sueño como ella la llamaba era donde estaba ahorrando para su auto Aston Martin, Ian se quedo pasmado al tomar la rajeta entre sus manos

- ¿pero…pero estos son tus ahorros mandí?

- Si lo sé pero ya no importa si, compra el vestido y los accesorios 

Dijo Amanda con pesar ya no le importaba nada mas perdería en pocas semana lo que más había cuidado, su libertad.

Después del día lleno de trabajo en la oficina decidió marchar a su casa, estaba agotada, no solamente por el trabajo del día, si no por las innumerables llamadas de sus familiares y amigos felicitándola por la boda, solo quería darse una ducha larga y dormir, pero aun le esperaba la insufrible cena con said y no solo con el si no también con su familia, debía de soportar a una familia real en su casa y fingir que adoraba a su hijo con toda el alma, soltó un gran suspiro mientras bajaba del taxi que la llevo a la mansión al bajar noto toda la parafernalia que estaba puesta en la entrada grandes jarrones con flores farolas en cada lado del camino que conducían  a la gran entrada de la mansión se quedo casi pasmada al ver el interior, todo estaba perfectamente decorado con flores en tonos amarillos blancos y uno que otro ramo tenia flores de color azul una extraño color, varios jóvenes vestidos de mesoneros pasaban a su alrededor colocando los ramos elaborados en sitios específicos de la casa

El rostro de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora