El rostro de la venganza

mentirosa mentirosa

Dejando la mochila con los libro en el suelo, la abrazo con fuerza y dándole un beso pregunto

-       Como esta Alemania?

-       Fría

-         ¿Te ha ido bien? Luces cansada

-       Y lo estoy fue un viaje largo pero, ven sube conmigo tengo algo que contarte

Se dirigieron  hacia la habitación de Amanda, ella se  despojo de la americana saco la blackberry  y la coloco en la pequeña mesa de noche junto a su cama, luego dejo la americana en la cama con movimientos pausados, realmente  el cansancio la estaba venciendo y debería explicar por tercera vez el asunto de su casamiento, luego que concluyo de contárselo a su hermana esta no lo podía creer, estaba eufórica la abrazaba y le daba besos y quería conocer a su futuro cuñado cuanto antes

-       ¡Ho! Mandí  es una pena, porque no lo has traído 

Pregunto  con pesar su hermana menor ignorante de todo el caos que ocurría a su alrededor 

-       Ya te explique viaja mucho, es un príncipe y está muy ocupado creo que fue a darle la noticia a sus padres

-       Deben de estar emocionados de conocerte, se que les caerás muy bien mandí, eres la mejor

-       Gracias hermanita eso espero, ahora me voy a dar una ducha  ha sido un día largo y tú tienes deberes pilluela ve a hacerlos

-       Vale, huy mandí… te casas 

Exclamo su hermana al cerrar la puerta con una risita de gusto, Amanda respiro profundo y se lanzo a la cama, la americana estaba a su lado, un aroma particular le llego a sus fosas nasales, era el olor de said pegado a su ropa, tomo la americana entre sus manos y la llevo a su nariz, para comprobar que no se estaba volviendo loca y de ninguna manera era cierto, el olor de said estaba impregnado en su ropa en su piel como una marca personal, como si hubiese marcado su territorio de manera sutil médiate su olor, lanzo la americana lo más lejos que pudo se incorporo de un salto y se dio una ducha larga la necesitaba, se lavo el cabello   tomo el secador y comenzó a secarlo con rapidez, tomo un conjunto de dormir un short y una pequeña blusita a juego de seda, que dejaba muy poco a la imaginación el short era tan corto que solo cubría la mitad de sus voluptuoso trasero y la fina blusa marcaba sus pezones, su cabello largo le rosaba la espalda baja le encantaba cepillarlo antes de dormir así que   se sentó en la cómoda frente al espejo y lo cepillo varias veces, solía dormir con el cabello suelto, se acerco a la cama y la descubrió apartando la colcha, se metió dentro y se cubrió como si estuviese en un saco para dormir, miro hacia su derecha y vio como la lucecita de la  blackberry parpadeaba indicando que tenía un mensaje o correo  electrónico

De: said al Manzur

Para: jefaza sexy.com

Sabes golpear muy bien mi leoncilla, espero que también sepas contar, para que cuentes  los días que faltan  para ser mi esposa habiba

PD: ¡aunque hagas lo que hagas serás mía a como dé lugar! 

Amanda sintió que la comida se le revolvía en el estomago, no podía creer lo que le estaba diciendo y mucho menos como había conseguido su cuenta de correo electrónico personal, solo la tenían cedric y Ian  nadie mas conocía de la broma de jefaza sexy.com así que decidió que la curiosidad le ganase y se atrevió a responder……

Said trabajaba en una de las dimensiones de su empresa, era un adicto al trabajo tanto que a veces se olvidaba de los placeres de la vida mundana, aunque no le faltaba la compañía en la cama cada vez que le apetecía,  tenía un reunión por la mañana muy importante, pero eso no le impedía enfurecer a su leoncilla quien en estos momentos se deberá estar  preguntando donde consiguió su cuenta personal, era un príncipe podía conseguir cualquier cosa que deseara y un correo electrónico era una simpleza para él, un reto, veía en Amanda, un reto que estaba dispuesto a ganar, vio como la luz de la blackberry  se encendía indicando un nuevo correo pensó que era ella así que lo levanto de inmediato y leyó minuciosamente el mensaje que le envió