¡Dios ayúdame!

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- ¿Te gustan los niños?

- Tu hijo es maravilloso

Recalco Amanda sujetando en su regazo al pequeño Thomas de tan solo un año de nacido, estaban en el área de la piscina tomando el sol, mientras que el grupo de hombres se encontraban  reunidos en la biblioteca

- Si en realidad y es  muy listo, pero sabes, soy madre y siempre pensare que mi bebe es el más lindo de este planeta

Ambas rieron, mientras Susan le entrego el niño a Clara su niñera para que lo durmiera mientras que el par de mujeres seguían relajándose

- Demos un paseo

- Me parece bien

Amabas mujeres pasearon por el extenso jardín charlando de cosas vanas, se detuvieron frente a una verja que daba justo a un  rio que había junto a la villa, ambas se dedicaron miradas cómplices, mientras empujaban la  pesada puerta de metal, habían una gran cantidad de escalones así que comenzaron a descender entre risas, al llegar a la orilla del rio, se fijaron en el paisaje a su alrededor, era de ensueño

- Esto es hermoso, no entiendo porque said no me ha enseñado esta parte de la villa

- Quizás lo tengas muy ocupado con otras cosas

Amanda sintió arder sus mejillas y solo asintió a Susan, que ya se había despojado de su fina bata y chapoteaba en la orilla

- Amanda el agua esta deliciosa

Quitándose la bata que hacia conjunto con su traje de  baño de dos piezas, Amanda se dirigió a un más profundo que Susan y comprobó que el agua se encontraba deliciosa, ambas se sumergían disfrutando de la calidez de las aguas hasta que su paz fue interrumpida por un par de voces que no eran conocidas

- Pero mira, mira que nos ha traído el rio unas ¡serene belle!

Ambas mujeres se miraron, mientras que Amanda les pregunto en tono firme

- ¿Quienes son ustedes?

- Eso depende hermosa

- De que

Pregunto Susan con la vos temblorosa

- De lo bien que sepas chupármela

Amanda miro con horror a Susan quien se había quedado petrificada, se acerco a ella y la tomo de mano, esta temblaba

- Mi marido está por llegar veremos si a él le dices lo mismo, nos vamos de aquí y es mejor que no hagan nada, pues mi marido les cortaría la cabeza

Ambos hombres rieron luego el uno le hizo una seña al otro y ambos asintieron después salieron corriendo en dirección de Susan y Amanda, esta ultima jaloneo a Susan para que saliera del estado de terror en el que se encontraba, trataron de correr en dirección opuesta a los hombres pero ellos eran más agiles y tenían la ventaja de poseer zapatos cosa que ellas no poseían. Uno de ellos tomo a Susan de la cintura llevándola a la orilla  mientras que el otro  bandido tomo a Amanda por el brazo, esta reacciono de manera instintiva y le propino una bofetada, el hombre molesto la tomo de los cabellos y la arrastro hasta la orilla con paso enérgico haciendo que Amanda se clavara las pequeñas piedras que había en el fondo del rio, cuando hubieron llegado el bandido la lanzo al empedrado suelo húmedo, mientras se le tiraba  encima sujetando sus manos por encima de su cabeza mientras que ella se retorcía y gritaba, lanzo una mirada furtiva a ambos lados buscando a Susan, quien estaba luchando con el hombre que tenia encima y que le había arrebatado la parte de arriaba del bañador  

- ¡Franc.... Fraces!.....

Gritaba a todo pulmón Susan, mientras que Amanda tratada de liberarse del asqueroso brazo que la sujetaba

El rostro de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora