Parte sin título 14

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-       Bien, así será

-       Te satisface, que te obedezcan verdad?

-       Soy un príncipe la gente siempre me obedece

-       Excepto yo…

-       Si

-       Y eso te molesta?

El aguardo silencio ante la pregunta, le estaba dando mucha más información de la que merecía, información que ella podría usar en su contra, lo que admiraba ya, de ese mujer era, lo decidida que era y lo bien  que jugaba sus cartas

-       Se como amansar a las fierecillas como tú, y hacer que obedezcan 

Mientras salían de ascensor aguardaron silencio el cual fue interrumpido por la contestación de Amanda 

-       Si deseas que te obedezcan, cómprate un  perro, porque lo que soy yo… príncipe, su alteza, jeque o cómo demonios sea que te digan, no soy de las que obedece y jamás lo haré, terminaras  por rendirte antes de empezar lograr amansarme 

-       Yo nunca me rindo  princesa

-       Ya lo veremos

Dijo curvando una sonrisa malévola y enarcando una de sus  delicadas cejas, luego subió a el auto se sentó justo al lado de la ventanilla contraria a donde  said  se encontraba lo más alejada posible  de aquel hombre que hasta ahora había demostrado  ser un egoísta sínico y déspota, que le hacían falta varias lesiones de humildad, y por supuesto y ella estaba dispuesta a dárselas y gratis

-       ya lo tengo

Amanda lo miro de manera extraña, con el seño fruncido 

-       lo de el perro ya tengo uno se llama  Bobby, es un gran perro y si me obedece  por si te interesa

-       en  absoluto

-       siempre te levantas con el pie izquierdo o solo eres así conmigo?

Ella clavo la vista en la ventana y guardo silencio, la rabia la consumía, no podía creer lo que le  estaba preguntando, cuando el muy bien podía sacar cuentas de que quien era el culpable de su estado de ánimo, así que prefirió ignorarlo había cosas más importantes por la que preocuparse y pensar, el la miraba con expectación aunque estaba a una distancia algo prudencial Amanda podía sentir el calor de esa mirada penetrante, se mordió el labio inferior al pensar en las  miles de explicaciones que debía de dar a sus familiares y amigo, tenía que ser la mejor actriz del mundo, para  hacerles creer el cuento de que estaba muy enamorada, aunque eso significara mentir, engañar, fingir y cientos de conceptos más que ella no utilizaba a menudo con la gente que quería, tomando una bocanada de aire y soltándola de manera sonora se relajo en el asiento haciendo caso omiso del par de ojos que la miraban con insistencia, se puso las manos en el regazo, lo que se avecinaba le ponía los pelos de punta, necesitaba relajarse y aclarar las cosas, abrió los ojos y miro a said

-       hola

Dijo él con una media sonrisa, ella miro hacia la ventanilla de nuevo ignorando el saludo

-       ¿Quieres llevarme a tomar un trago lo necesito? Pero no en un lugar publico

Said la miro y sonrió el también le apetecía un trago y mucho mas estar a solas con ella

-       Ay cosas que aclarar entre tú y yo, y entre más pronto lo hagamos será mejor para ambos

-       Lo que digas, me parece perfecto que estés dispuesta hacerlo, Eizen vamos a casa, ¿no te importa? es lo mas privado que tendremos, en estos momentos los periodistas deben estar cazándonos 

El rostro de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora