The Prettiest Star

Capítulo 6: La fiesta

Esa tarde se celebra una fiesta exclusiva para los participantes. Lucky, Wonrei y Danny acuden puntuales. Cuando llegan a la sala, ven entrar a la chica del pelo ondulado y Danny suelta un silbido.

—¡Menudo bellezón! —exclama.

—Cuidadito con lo que dices. Esa chica que acaba de entrar es mi novia.

Se giran y ven a un mamodo aún más bajo que Lucky que lleva un pantalón y una chaqueta de cuero y un enorme tupé rubio.

—Perdona si te he ofendido. Solo comentaba lo guapa que es tu chica —se disculpa Danny.

El mamodo da un bufido y se dirige a la fiesta.

—¿Qué hace semejante chica con ese retaco? —comenta Danny extrañado.

«No te mereces a Umi», piensa Lucky.

La fiesta se ha organizado en un palacete de cristal que hay en el patio del Palacio Real. Es un pequeño edificio que consta de un amplio vestíbulo que han decorado con guirnaldas, flores y farolillos. Cruzando el techo cuelga una hilera de banderines con la forma y el color de los libros de los participantes dispuestos por orden. En la entrada hay una mesa con unas insignias circulares con el nombre y la posición de cada mamodo. Los chicos toman las suyas y se las prenden en la ropa. Ven a Rein cerca de la mesa con la suya verde esmeralda en la mano y se van a hablar con él. Lucky se queda rezagada mirando las que quedan aún sin dueño. Se pone la suya lavanda pálido y le llama la atención la número cien. Es de un mamodo llamado Clear Noto y es transparente.

«¿Por qué esta no tiene color?»

Como si lo hubiera llamado, una mano se acerca y la coge. Lucky se fija en el recién llegado. Es un chico joven, más o menos de su edad. Muy delgado y con el pelo largo, blanco y cardado. Lleva una camiseta de tirantes que le queda ancha y unos pantalones vaqueros ajustados. Se aleja de Lucky con paso lento. Al llegar a una esquina de la sala, se deja caer y se sienta en el suelo con la cabeza agachada.

Lucky vuelve a mirar las insignias. Todas son de colores vivos y con las letras en negro, salvo una. La primera de todas es color azabache y tiene escrito en blanco: 1 Brago.

Sin darse cuenta la acaricia con los dedos. El corazón empieza a latirle con fuerza. Suelta un suspiro y una voz dice a su lado:

—No va a venir, no te preocupes.

Lucky da un salto y se gira quedándose con la insignia de Brago en la mano. Casi se le para el corazón del susto.

A su lado está Ashron. Es un chico de unos dos metros y medio de altura. De su cabeza sobresale una corona de hueso. Tiene el cráneo, el cuello y los hombros cubiertos de escamas rojas. Lleva un chaleco blanco y la cintura rodeada por un fajín carmesí, el mismo color que el de sus pantalones abullonados.

—Estás preocupada por lo que ha pasado antes con tu hermano, ¿verdad? —le pregunta.

Lucky asiente con la cabeza.

—¿Qué ha pasado?

—No sé qué lo ha desencadenado, pero tu hermano ha estado a punto de llegar a las manos con el hijo de la Virreina. Nosotros hemos llegado cuando ya se estaban insultando —le explica el chico. Lucky agacha la cabeza con tristeza—. Pero no te preocupes, que ese no va a venir. No es un tipo muy fiestero.

—Hermano, ¿quién es esta preciosidad? —dice un mamodo que se acerca y apoya su mano en el hombro de Ashron.

—Es mi nueva amiga... Lucky Star —contesta tras leer la insignia de Lucky—. Este de aquí es mi hermano Élzador. Bueno, yo soy Ashron —se presenta alargando la mano.