LIV OR DIE

◖Capítulo 34◗

One way, or another, I'm gonna find ya
I'm gonna get ya, get ya, get ya, get ya
One way, or another, I'm gonna win ya
I'm gonna get ya, I'll get ya

One Way Or Another – Blondie

✦✧✦✧

Entramos a la enorme casa de los Knight para seguir los pasos de Kit, quien en zancadas veloces nos guía a Dorian y a mí hacia su habitación.

Las paredes de este sitio actúan como un segundo hogar para mí debido a la frecuencia con la que he visitado esta vivienda desde los ocho años. A pesar de haberme distanciado de mi amigo por un tiempo, mi memoria conoce a la perfección este espacio.

Todo se ha mantenido prácticamente intacto desde que éramos pequeños, solo ligeros cambios para modernizar el área. Los colores café obscuro, beige y dorado logran resaltar la elegancia en los muebles, piezas de decoración y en las obras de arte, para brindarte una experiencia similar a estar en un museo.

Cuando mi familia y yo recién nos mudamos a este vecindario, Julia Knight no dudó en acogernos y darnos un recorrido por este lugar, además de presentarnos con el resto del vecindario y hacernos sentir cómodos.

Ella y mi madre crecieron a ser bastante cercanas, hasta salían de compras e iban al salón de belleza para pasar tiempo de calidad puesto que su amistad se desarrolló tan rápido como la que compartí con Kit, pero al final todo eso se terminó puesto que mi madre abandonó la ciudad.

Su partida fue un golpe duro para varios vecinos puesto que la apreciaban tanto como yo, pero parece que no la conocíamos del todo, porque ahora se ha convertido en una persona que chantajea a su hija a través de mensajes de texto.

No quiero precipitarme en asumir que es ella, pero no hay nadie más que supiera esas palabras exactas. Además, la manera en la que escribe al momento de enviarme esas notas y el vocabulario que emplea es exactamente igual al que utilizaba mi madre al hablar.

Hasta puedo escuchar su voz en mi mente cada vez que leo esos mensajes.

—Adelante—. Kit abre la puerta de su habitación para cerrarla una vez que los tres estamos dentro.

Inclina su cuerpo hacia abajo para recargarse sobre sus rodillas y alcanzar una caja negra que mantiene debajo de su cama, a modo de escondite.

Dorian y yo nos lanzamos una mirada angustiada porque por el tono en la voz de Kitrick y sus ojos llenos de misterio, es casi seguro que esto se tratará de algo malo.

Con pasos lentos nos acercamos a su cama para rodearla y esperar a que nuestro amigo nos muestre lo que hay en el interior del contenedor cúbico.

Kit coloca sus manos sobre la tapa de dicha caja y nos comenta: 

—La encontré al costado de mi auto esta mañana, pero fue hasta que regresé de la escuela que la abrí—. Nos informa, —Pues no podía dejar que mi hermana supiera lo que había dentro—. Explica la razón por la cual no pudo indagar en ella antes de ir al colegio.

El francés y yo asentimos para que continúe, así que él se encarga de remover la tapa oscura del resto de la caja para revelar lo que descansa dentro de ella.

Frunzo el ceño al observar una gran cantidad de sangre esparcida por las paredes y base de la caja, ésta luciendo espesa, de un color carmesí y bastante desagradable.

—No se preocupen, parece no ser sangre real—. Kit nos aclara.

— ¿Cómo lo sabes? — Le pregunta Dorian.