LIV OR DIE

◖Capítulo Extra #1◗

Have yourself a merry little Christmas
Let your heart be light
From now on
Your troubles will be out of sight

Have Yourself a Merry Little Christmas – Frank Sinatra

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El Pasado de Dorian

BORDEAUX, FRANCIA

25 de Diciembre, 10:47 pm

DORIAN

Sonrío de boca cerrada al ver a mi amigo Lyon parado de cabeza sobre el frío suelo de mármol, a un par de metros de distancia de mí, equilibrando su cuerpo extendido hacia arriba sobre sus delgados antebrazos.

No sé cómo lo hace, pero luce como un maldito acróbata.

Con mis piernas cruzadas sobre el suelo, sentado en posición de loto, inclino mi rostro hacia abajo para inhalar el polvo blanco que descansa sobre la mesa frente a mí. Sorbo por la nariz para respirar cada partícula de cocaína, y de inmediato una agradable sensación se esparce por todo mi cuerpo.

Mi vista se ha tornado borrosa en comparación con la claridad que mis ojos guardaban cuando recién llegué al hogar de Étienne, mi mejor amigo, pero ahora mi visión es peor que la de mi bisabuelo, en paz descanse.

El humo del cigarro de Étienne golpea mi rostro una vez que el rubio exhala por la boca, combinándose con la nube gris que se ha colocado sobre todo el nivel inferior de su enorme mansión.

—Lleva diez minutos de cabeza—. Le comento a mi amigo a la par que acomodo otra línea sobre la mesa, —Apuesto cien euros a que se vomitará en menos de cinco minutos.

Mi nariz succiona nuevamente el polvo blanco y la acción me obliga a parpadear un par de veces para asimilar lo que estoy introduciendo a mi cuerpo. Posteriormente corro mi dedo índice sobre la superficie negra de la mesa para recoger los residuos y llevarlos hacia mi boca para lamerlos.

El sonido de "Whole Lotta Love" de Led Zeppelin rompe el silencio del hogar para llegar a nuestros oídos a través de las bocinas instaladas en el área, opacando el ruido de nuestros pensamientos con la fuerte música. 

—Yo apuesto a que en esos cinco minutos se desmaya—. Étienne asegura.

—Hecho.

No nos esforzamos por compartir un apretón de manos, pues cada quien está disfrutando de un momento tranquilo y sereno que nos impide de movernos de nuestra cómoda posición sobre el piso.

Recargo mi espalda contra el sofá detrás de nosotros mientras observo a Lyon, quien guarda tal calma que se transmite inclusive a través de sus ojos cerrados para guardar concentración. Su rostro luce rojo como un tomate por toda la sangre viajando hacia su cabeza y su camisa naranja de manga larga se ha corrido hacia abajo para revelar su torso lleno de tatuajes.

Alzo la mirada al percibir la presencia de la chica de cabello platinado que ha entrado por el pasillo de la mansión. 

Se aproxima hacia nosotros en la sala de estar a la par que sus tacones altos generan un click sobre el suelo con cada pisada que da. Su amiga Amélie y su respectivo novio, Beau, la siguen por detrás para sentarse en el sofá rojo frente a nosotros.

Sin mi previo permiso, Céline procede a sentarse sobre mis piernas. Rodea un brazo sobre mis hombros y el otro sube hacia mi labio inferior para jugar con el aro plateado que tengo como piercing.

Mis manos caen sobre su regazo para tomarla con suavidad, sintiendo lo fría que se encuentra su piel que ha sido expuesta, por su vestido corto, al aire ártico de la noche decembrina.