La van a castigar... Nos van a castigar.
Alaina.
Escuchar al profesor Campbell se ha convertido en mi actividad menos favorita últimamente, se supone que debería estarnos platicando acerca de la psicología social y como esta influye en la conducta, pensamientos y sentimientos de las personas. Y en su lugar nos está dando una charla de como su tercera esposa lo abandonó para irse a vivir a Alemania.
No la culpo, con suerte encuentra un chico buenorro, como el personaje de ese libro que tanto me gusta: Heist Stein.
Un golpe suave en mi espalda hizo que me devolviera a la realidad, me giré a ver a Maya, pero solo encontré a mi amiga con su cabeza hundida entre sus brazos, entregada libremente a los brazos de morfeo.
La van a castigar. Joder.
—Maya— La llamé con un susurro —Hey Despierta— Animé, pero no obtuve respuesta.
Britt me observó desde su asiento y me hizo una señal para que hiciera silencio.
Sentí otro golpe suave, esta vez en mi brazo derecho y me giré hacia la ventana, la cual se encuentra abierta.
Vi a Edmond asomado y una sonrisa torcida se dibujó en sus labios, rodé mis ojos con fastidio y observé a ambos lados antes de doblarme en mi asiento y tomar la bola de papel, lo abrí y leí las palabras escritas en el.
«No hagas planes esta tarde, iremos a ver un partido.»
Pero que rayos...
Lo observé y fruncí el ceño y negué con mi cabeza, haciéndole entender a este cavernícola que no puede exigirme que no haga planes así de la nada.
—¡Señorita Smith!— La voz del señor Campbell se escuchó por todo es salón. —Espero esté escuchando la clase.
Sentí el rubor subiendo por mis mejillas y respondí en un tartamudeo.
—Estoy entendiendo todo señor.
Reprobaré, estoy segura.
El hombre regordete me dio una mirada acusadora antes de continuar caminando y platicando, volví a mirar hacia la ventana y encontré a Edmond riéndose y garabateando algo en un cuaderno.
¿Cómo demonios el profesor no lo vio parado del otro lado de la ventana?... No lo sé.
El pelinegro me dio una mirada de superioridad y luego fue reemplazada por una sonrisa ancha, mientras que en sus manos sostiene un pequeño cartel.
«Estas guapísima.»
Otra vez sentí el rubor esparciéndose por mi cara y no pude hacer nada por evitarlo, jodido efecto Edmond Jones.
Escuché los pasos del profesor Campbell acercándose hacia mi y me acordé repentinamente de que Maya está durmiendo plácidamente en el asiento de atrás.

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Justo Ahora
Teen FictionAño y medio es lo que ha pasado desde que Edmond se fue, dejando atrás toda su vida, su carrera, sus amigos y lo mas importante... A ella. Pero a regresado y está dispuesto a recuperar su vida, retomar su lugar y a luchar por lo que quiere. En año y...