Capítulo 2

1.4K 147 14
                                        

Sorpresa.

Alaina.

Esto no puede estar pasandome. Pensé.

Sentí el color abandonando mis mejillas, con sorpresa me quedé observando fijamente a Edmond, el cuál se encuentra de pie en la entrada del apartamento de Matt.

Mi sangre se heló por completo bajo su mirada fría e impasible, está tan alto como lo recuerdo, su cabello está un poco más largo y uno de sus brazos está cubierto por diferentes tatuajes.

—Hey, ahí está Charlie— Me comentó Jackson, soltando mi cintura y pasando a mi lado para ir a saludar a nuestro amigo.

Pasó al lado de Edmond, dándole un saludo rápido con amabilidad, estoy segura que ni siquiera vio quién era, me dejó a solas con la ultima persona que esperaba ver.

Observé nuevamente a Edmond frente a mi, sin poder creer que de verdad está aquí, es como si la vida me estuviera jugando una mala pasada. Nos miramos unos segundos más e innumerables recuerdos llenaron mi mente, rompí el momento pasando a su lado, ignorando mis pensamientos y adentrandome en el lugar, como si mi pasado no estuviera de pie en la puerta de entrada.

Fuimos un jodido instante cargado de recuerdos, de lo que pasó y pudo haber pasado.

Me acerqué de manera rápida hacia el lugar donde se encontraba Maya, teniendo una charla entretenida con uno de los chicos del campus.

Me sonrió y de inmediato le quité de sus manos un vaso rojo el cuál contenía una bebida con alcohol. Lo tomé todo y aún así el rostro del fantasma que acabo de ver sigue en mi cabeza.

—También me alegro de verte nena— Maya sonrió y al ver mi cara de puta vida, me preguntó cambiando su tono cantarín por uno preocupado— ¿Qué pasa?.

Observé al chico frente a nosotras dándole una mirada de suplica y este lo entendió de inmediato, se despidió de mi amiga y nos dejó a solas.

—Edmond está aquí.— Confesé por primera vez.

Pronunciar su nombre nuevamente fue raro, fue como si jamás lo hubiera hecho antes o al menos eso fue lo que yo misma me había encargado de hacerme creer.

Maya abrió sus ojos con sorpresa y giró de manera brusca su cabeza, observando a todos lados.—¿Dónde está?.

Negué con mi cabeza y suspiré, rindiéndome ante la idea de haber pensado que sería una gran noche.

—No lo sé— Declaré con honestidad.— Estaba en la entrada cuando llegué con Jackson.

Maya abrió su boca y la cubrió con sus manos de manera dramática.

—¿Te vio con Jackson?

—Si— Respondí encogiéndome de hombros.

Jackson y yo habíamos intentado salir hace algunos meses y no funcionó en lo más mínimo, así que decidimos ser sólo amigos.

Maya río y negó con su cabeza.

—Será una noche de mierda— Resoplé.

Mi amiga tomó mi mano y me guió hasta la mesa donde estaban  vasos rojos llenos de licor. Tomó uno y me lo tendió.

—Bebe— ordenó.— Britt no vendrá hoy, pero estoy yo y no dejaré que tu noche sea una mierda.

—Maya...— Comencé— No creo que sea una buena idea.

Mi amiga se acercó más a mi, me entregó el vaso cargado de licor, arregló mi cabello con sus manos, dándole un aire más salvaje a mi rojizo cabello y desabotonó el primer botón de mi vestido.

Justo AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora