¿Me lo dirías?
Alaina.
Al despertar, lo primero que siento es el fuerte dolor en todas mis articulaciones, por toda la cantidad de movimiento que tuve anoche con mi cuerpo mientras hacías cosas con Edmond.
Con Edmond...
Ay si, joder, estuve con Edmond.
Parpadeo incrédula y comienzo a recordar la cantidad de besos húmedos que dejó al recorrer todo mi cuerpo. Sus manos sujetando firme mi cintura, mientras arremetía con fuertes embestidas contra mi.
Dios.
Siento como el rubor comienza a subir a mis mejillas, tiñendolas de rojo y una sonrisa se expande por mis labios, dejo escapar un suspiro.
—¿Recordando?— Escucho su voz ronca y lo veo salir del baño con una toalla envuelta alrededor de su cintura.
Su cabello húmedo cayendo sobre su frente, acompañado de las gotas de agua que escurren de el, la tinta de sus tatuajes hacen que su piel cremosa solo luzca más sensual y provocativa ante mis ojos. Observo como su hoyuelo se marca en su mejilla izquierda, mientras enarca una de sus cejas y me mira con picardía.
—Solo un poco.— Digo sincera.
Intento cubrir mejor mi desnudes con las sábanas, porque aunque haya pasado la noche entera desnuda con él en medio de mis piernas, aún queda algo de pudor en mi. Lo veo agachar su cabeza intentando ocultar una sonrisa y fracasando en el intento y sus palabras solo hacen que mis jodidas ganas hacia él aumenten.
¿Es que no entiende que su voz es mi perdición?
—No trates de cubrirte.— Dice acercándose a paso calmado hacia mí, con el ceño profundamente fruncido y sus ojos cargados de deseo y maldad.— Conozco cada mínima parte de tu cuerpo y creeme cuando te digo que amo todo de ti.
Siento como mi corazón se acelera al escucharlo decir esto y no puedo evitar sentirme realmente idiota por intentar cubrirme después de que él haya pasado toda la noche explorando mi cuerpo.
Que estúpida soy a veces.
Lo veo sentarse a mi lado en la cama, para luego centrar su absoluta atención en mi.
Abre la boca para decir algo, pero inmediatamente la cierra. No digo nada, solo lo observo tomar una respiración profunda y lo suelta sin más.
—Haré el trabajo que me está pidiendo la profesora Robinson.— Me dice serio. Su voz ronca escuchándose pausada, pero la decisión está más que evidente en sus palabras.
Parpadeo repetidas veces.
¿De verdad dijo eso?
Una sonrisa incrédula se instala en mi rostro. De todas las cosas que esperé que me dijera, no esperaba escuchar esta, después de todo, estaba decidido a no hacerlo, me lo dejó muy claro de camino hasta acá.
—No puedo creerlo.— Le digo sin dejar de sonreír.— Es grandioso que te decidieras a aceptar.— Realmente lo es, será algo que lo ayudará más en el desarrollo en el ambiente de su carrera.— Puedo ayudarte si quieres.— Me ofrezco.
Lo escucho tomar otra respiración profunda y lo noto algo ansioso, así que hago mi mayor esfuerzo por no presionarlo demasiado. Pasa una de sus manos por su cabello, desordenandolo, para luego dejarla descansar en su nuca.
—Es algo que preferiría hacer solo.— Me explica, observandome fijamente, sus ojos claros haciendo conexión directa con los míos. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, por tan solo la intensidad que tiene su mirada. — Ya haces suficiente con estar conmigo.— Añade.

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Justo Ahora
Teen FictionAño y medio es lo que ha pasado desde que Edmond se fue, dejando atrás toda su vida, su carrera, sus amigos y lo mas importante... A ella. Pero a regresado y está dispuesto a recuperar su vida, retomar su lugar y a luchar por lo que quiere. En año y...