Vamos con el jefe.
Edmond.
—Prepárate para probar el mejor helado de tu vida.— Anuncia la pelirroja con entusiasmo, esbozando una sonrisa mientras muerde su labio inferior.— Me gusta este lugar, solía venir seguido hace un par de meses atrás.— Informa con total naturalidad.
La brisa está bastante fresca y es sorprendente debido al inmenso calor que ha hecho el día de hoy. El cielo está ligeramente despejado y solo algunas nubes de color azul violáceo lo adornan, es un espectáculo digno de ver. Meto mis manos en los bolsillos de mi sudadera oscura y observo a Lana caminar enérgica hacia un puesto de helados en plena feria.
Si, otro de los brillantes lugares a los que me pidió que la trajera es a una feria en el centro de la ciudad.
En mi defensa me rehusé al principio, ya que la maldita experiencia del tren de ayer fue lo bastante abrumadora y desesperante. Pero claro, luego de un par de besos por parte de ella terminé accediendo sin chistar como él idiota enamorado que soy.
—Una vez escuché decir que todos volvemos al lugar donde fuimos felices.— Digo apurando el paso para llegar nuevamente a su lado y encararla.
Noto a una chica joven detrás de la barra improvisada del puesto en la feria terminando de atender a un par de clientes para concentrarse en tomar nuestra orden, sonríe en nuestra dirección y Lana le devuelve el saludo con la mano, regalandole una sonrisa como si la hubiera visto antes tal vez.
Medita mis palabras un momento antes de responderme y asiente con su cabeza, pero es una gesto más para si misma que para mi.
—Por ese motivo volví a ti.— Responde con total franqueza encogiendose de hombros.
Soy sinceridad arrolladora me da una bofetada de frente. La muy bruja sabe como hacer que me enamore más de ella.
Sin decir nada más se gira y dándome espalda de nuevo le pide a la encargada del stand un par de helados y sonrió al escucharla ordenar por mi y confirmo que recuerda que detesto sobremanera el chocolate. La chica nos entrega los helados luego de esperar unos minutos y continuamos caminando por la feria, observando las distintas atracciones y los stand.
—¿Qué hiciste todo el tiempo que estuviste en New York?— Pregunta y noto la curiosidad en su voz, pero no me mira.
—Trabajé con Ethan en una empresa de telecomunicaciones.— Le digo y aclaro.— Creo que una vez te hablé de él, era amigo de mi madre.— Explico con calma.— Prácticamente no tenía amigos allá y tampoco es que me esforzara mucho por hacerlos. Asistí a terapia durante un tiempo y luego de ello creo que todo empezó a mejorar un poco.— Confieso por primera vez en voz alta.
Sus ojos se posan en mi con sorpresa y parpadea un par de veces como si no creyera en las palabras que acaban de salir de mi boca.
—Yo no sabía nada de ello.— Dice con voz suave.
Sonrío y tomo su mano para entrelazar sus dedos con los míos mientras seguimos caminando.
—No se lo había dicho a nadie. A demás no eras adivina para saberlo.— Bromeo.— No es algo de lo que me guste hablar demasiado.—Digo.
Una exhalación escapa de sus labios y parece un poco perdida.
—¿Quieres decir que soy la primera que sabe tu oscuro secreto?— Medio sonríe.
—Exactamente, eres la primera y por ende la más especial y la que más me importa que esté al tanto de ello.
—¿Fue difícil?— Inquiere mientras toma asiento en un banco lejos del bullicio de la feria.

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Justo Ahora
Teen FictionAño y medio es lo que ha pasado desde que Edmond se fue, dejando atrás toda su vida, su carrera, sus amigos y lo mas importante... A ella. Pero a regresado y está dispuesto a recuperar su vida, retomar su lugar y a luchar por lo que quiere. En año y...