Pretty woman
look my way
Pretty woman
say you'll stay with me
'Cause I need you
I'll treat you right
Enero 1964
Este fin de semana me ha dejado como un reverendo idiota sin poder concentrarme en nada, rememorando cada momento y cada sensación vivida junto a mi hermosa novia, su suave piel, sus besos, sus caricias, su desnudo trasero en mi regazo, esos deliciosos pechos en mi boca...
—¡Duquesito! Hey Duquesito, ¡Regresa!— Archie me gritaba divertido y chasqueando sus dedos en mi cara.
—¿Eh? ¿Me decías? — le contesté regresando a la realidad sin entender nada de lo que me hablaba.
— Yo no sé qué sucedió este fin de semana, pero al menos a mí me fue pésimo — Archie comenzó a quejarse— Annie salió de tu fiesta más ebria que un poeta en día de paga, encontrar un taxi fue una faena, afortunadamente ella no vomitó adentro, pero al llegar a su casa y tocar la puerta, abrió su madre y le vomitó los pies, se me quedó viendo furiosamente, ni siquiera me saludó, arrastró a Annie del cabello y me azotó la puerta en la cara, mientras ustedes par de idiotas, disfrutaban de las mieles del amor, así que dejen de restregarme en mi cara que soy el único tonto virgen ahora con mala reputación, que no ha tenido sexo en esta jodida habitación y ya concéntrense en la maldita investigación de historia — Archie exclamó al borde de la desesperación.
— ¿De qué hablas imbécil? — Stear lanzó una mirada furibunda a su hermano — cuida muy bien lo que vas a decir, tú no tienes ni idea de lo que sea que, según tú, haya sucedido entre Patricia y yo, así que deja de sacar conjeturas que tu acalorada mente se ha inventado — había una clara amenaza en su voz que, Archibald entendió perfectamente.
Era bastante obvio que algo había pasado entre él y Patricia el fin de semana, así como entre Candy y yo. Pero nosotros no éramos unos patanes que van por el mundo contando sus hazañas sexuales, al contrario, defenderíamos el honor y la reputación de nuestras novias a capa y espada.
Yo no dije nada, solo ignoré por completo el comentario de Archie y no se volvió a tocar el tema, por lo menos no en las próximas semanas de exámenes.
Esa semana en particular yo la había sentido extremadamente cansada, el recuerdo dulce y excitante de mi novia compartiendo mi cama desnuda, juro por Dios que no me dejaba ni respirar.
Concentrarme en clase había sido una tarea napoleónica, y por las tardes era casi imposible estudiar. Ella me tenía obsesionado, hubiera querido ir a la mitad de la semana a su habitación para sorprenderla y tener una deliciosa sesión de besos y manoseo intenso, pero si hacía eso, la poca inspiración que tenía para el estudio, se habría esfumado, solo tenía poco menos de 5 meses para graduarme con honores, no podía tirar al caño por mi calentura todo lo que había avanzado.
Así pasó la semana, lenta y tortuosa, pero el viernes en la tarde, mi pobre cuerpo estaba sediento de ella, yo ya no podía más y acabando rápidamente mis pendientes escolares, me escabullí a su cuarto, quería besarla y abrazarla, y si se podía algo más, pues, ¡Bienvenido!
Empezaba a oscurecer, pero apenas eran las 6:30 de la tarde, también comenzaba a nevar un poco, hacía frío, pero yo en su balcón me sentía hervir por dentro, toqué discretamente y ella me abrió pronto con una sonrisa enorme.
Sin decirnos nada, nos besamos candentemente, ella traía un lindo conjunto de pantalón color salmón y un suéter a rayas que combinaba, estaba descalza, solo con unos calcetines gruesos y enormes y su cabello recogido en una coleta con un moño sin una gota de maquillaje. Sentí la necesidad de deshacerme de mis pantalones de pana y aventar el grueso abrigo en algún lugar de su habitación, pero me contuve solo para preguntar.
ESTÁS LEYENDO
Swinging London
FanfictionNo hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay FRANÇOIS DE LA ROCHEFOUCAULD Candy y Terry son los típicos adolescentes rebeldes. Él es el hijo ilegítimo de un noble inglés con una actriz americana...