My generationPeople try to put us down
-Talking about my generation-
Just because we get around
-Talking about my generation-
Junio 1965Acompañé a Candy a la consulta con su médico en Harley Street, estoy muy nervioso, mis manos sudan sin cesar: el doctor escribe algo en su libreta de recetas y el consultorio está en completo silencio, solo se escucha el sonido de su bolígrafo contra el papel.
— Candice ¿cuántas pastillas dejaste de tomar? — él escribía en una tarjeta que sacó del archivo médico de ella
— Dos, doctor— respondió Candy
— ¿Y cuantos días de retraso tienes?
— Casi ocho
Yo parecía mudo y de cuando en cuando el doctor me dirigía algunas miradas acusatorias que me ponían más nervioso, ni la hermana Grey me asustaba tanto como este hombre.
— En unos momentos la señorita Moore te sacará una muestra de sangre para realizarte la prueba de embarazo, los resultados estarán listos mañana en la mañana y…muchachos, son ustedes muy jóvenes y yo no estaría recomendado esto porque soy médico y estoy en contra de atentar contra la vida humana, pero en esta misma calle en el número 345 un colega sin escrúpulos puede conseguir un permiso legal para realizar un aborto en condiciones seguras e higiénicas, es bastante caro pero creo que ustedes podrían pagarlo…
Ví a Candy palidecer y abrir sus ojos, fruncir el ceño y apretar sus labios, inmediatamente respondí…
— Doctor, le aseguro que, si Candy está embarazada, nosotros recibiremos a ese bebé con mucho amor.
Traté de decirlo seguro y tomando la mano de ella para infundirle confianza y apoyo, aunque por dentro mis pensamientos eran de huir dejando todo atrás para esconderme en la mismísima Patagonia.
— Me alegra escuchar eso, no me gusta hacer semejante recomendación, pero hay muchísimas jovencitas y mujeres que para librarse de problemas y responsabilidades acuden a lugares clandestinos en donde arriesgan la salud y la misma vida, no todas las mujeres tienen los recursos económicos ni el apoyo de su pareja como tú Candice….
El doctor dejó de hablar en el momento en que entró la enfermera. Ella amarró una gran liga alrededor del brazo de Candy arriba de su codo, limpió la zona de dónde iba a extraer la muestra con una torunda con alcohol, sacó una jeringa de vidrio de un estuche metálico y de forma hábil extrajo la muestra de sangre. Sin más qué decir o hacer hasta saber el resultado, nos despedimos del doctor, pagué la consulta y salimos cabizbajos y pensativos.
— ¿Cómo te sientes Pequitas? — cuestioné suavemente mirándola a los ojos.
— La verdad es que me siento muy bien, pero necesitamos distraernos hasta mañana ¿Vamos a Soho a pasear? Hoy no quiero pensar en nada.
La semana había sido demasiado estresante entre entregas de proyectos finales de la universidad, empezar la sesión fotográfica para la temporada otoño- invierno de Caroline Charles, la diseñadora que por la cantidad de trabajo y dinero que obtenía de ella era prácticamente mi jefa, y la incertidumbre de saber si iba a ser padre o no…
La semana de Candy supongo que fue peor que la mía: con muchas horas de prácticas en hospital, exámenes finales y yo haciéndolo más complicado y pesado con mi acoso y ansiedad por saber si ya le había venido la regla.
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Swinging London
FanfictionNo hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay FRANÇOIS DE LA ROCHEFOUCAULD Candy y Terry son los típicos adolescentes rebeldes. Él es el hijo ilegítimo de un noble inglés con una actriz americana...