Cuando estuvieron todos, Damion se aclaró la garganta antes de hablar.
-No hemos podido llegar a un acuerdo con Noemí Galera, así que, lo más seguro es que tengamos que ir a juicio. Alba, probablemente se retome el asunto en los medios de comunicación, así que tenemos que discutir una estrategia. ¿Tendrás tiempo esta tarde?
Alba había pensado en pasar esta tarde por la oficina de Natalia aunque sólo sean por cinco minutos y robarle un beso, pero con este asunto ahora, sería imposible...
-Sí, sí, claro - contestó ella para nada frustrada porque entendía la gravedad del asunto.
Pero no quería pensar en la parte en la que se volvería a hablar del tema en los medios de comunicación.
Aquello no tenía nada que ver con sus sentimientos hacia Natalia, se dijo a sí misma. Sin embargo, algo le decía que aquel día tampoco iba a ser el mejor día para demostrarle a Agoney su lado más tierno.
La breve reunión entre los directivos no fue nada que no se preveía ya. Se sabía que lo más probable era que Noemí Galera no accediera a llegar a un acuerdo, y por lo tanto, tendrían que ir a juicio.
Pero Alba nunca había visto a Joan tan preocupado. ¿Habría estado negándose la posibilidad de ir a juicio? ¿O habría algo que ella no sabía?
Cuando todos los demás que estaban en la reunión salieron de la sala, Alba se quedó un momento para hablar con Joan.
-¿Qué pasa, Joan?
-Ayer recibí una llamada de teléfono...
-¿Una llamada de Damion?
-No, de una mujer. Bueno, da igual.
-¿Qué mujer? - preguntó Alba.
-Mira, Alba, déjalo. Todo saldrá bien - insistió Joan -. Tienes mucho de que preocuparte y ésto sólo te disgustaría...
-¿Cómo?
-No es nada, en realidad.
Sin decir ni una sola palabra más, Joan salió de la sala de juntas dejando a una Alba perpleja.
¿Una mujer? ¿Qué mujer? Quizá alguna con la que haya mantenido una relación en el pasado. Pero, que ella supiera, Joan siempre había estado ocupado con su empresa y no mantenía ninguna relación seria con nadie.
No, estaba segura de que esa llamada tenía algo que ver con la demanda de Noemí Galera.
Y, por primera vez, desde que el nombre de Noemí Galera apareció en sus vidas, una duda se instaló en la mente de Alba. ¿Sabría Joan algo que no le había contado? ¿Le habría robado la idea a esa mujer?
No, eso no podía ser. Joan no era culpable de nada, excepto de algún ocasional momento de inmadurez.
-Hora de tomar café - se dijo a sí misma.
Cuando pasaba delante de recepción, África levantó la mano para que esperase un momento a que terminara la llamada en la que estaba.
Sobre su mesa había un hermoso ramo de flores que le daba alegría a la oficina.
-Ajá, justo la persona a la que quería ver... - dijo África en cuanto colgó.
-Dime, África. ¿De quién son las flores, de Alfred? - preguntó con una sonrisa pícara.
-No, son para tí.
-¿Para mí?
-Sí, llegaron cuando estabas en la sala de juntas.
-¿Para mí? - repitió Alba, esperando que fueran de alguna de las empresas que colaboraban en el festival benéfico.
Nerviosa, abrió el sobrecito que había en el ramo y leyó la tarjeta.
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Un Romance Casi Perfecto
Storie breviTodas las mañanas, Alba Reche necesitaba dos tazas de café más fuerte para enfrentarse a su trabajo de ejecutiva y, sobre todo, a su jefe, que resultaba ser su ex novio. Pero toda esa cafeína jamás conseguía quitarle el sueño, solo con pensar en su...