♡Hakkai Shiba♡

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–¿Otra?- Mitsuya hablo confundido mientras bajaba de su moto.

–Si-el joven Shiba hablo un poco decaído.

–¿Y por qué no estás feliz?- mientras hablaban iban caminando hacia el templo donde sería la reunión de ToMan.

–No se quién es- agachó la cabeza intentando descifrar algo.

–Ahí tiene firma- señalo el peli morado la parte inferior de la carta.

–Pero eso no me dirá quién es Taka-chan– hablo con obviedad.

–Solo quiero ayudar Hakkai relájate- Mitsuya hablo divertido y avanzó para llegar a su respectivo lugar.

Hakkai en toda la reunión no puso ni un mínimo gramo de atención, su mente divagaba entre dudas y pensamientos.

¿Quién me manda las cartas?-

Desde hace una semana en su casillero escolar han estado apareciendo cartas, al principio creyó que era una broma de sus amigos pero nadie tiene la letra tan bonita.

Es decir, la letra de Mitsuya es linda, es como cursiva pero la letra de las cartas es diferente.

Es como si cada día mejorará su letra, pareciera que han pasado días de diferencia entre las cartas.

Cada una más linda y detallada que la anterior, siempre con la misma terminación y la misma firma.

Espero un día conocerte (Inserte firma mamalona)

Los días seguían pasando y a la vez las cartas también.

–Taka-chan- hablo el peli azul tratando de llamar la atención de su amigo.

–¿Uhm?-

–¿Sería raro que de repente me guste la persona que me envía las cartas?- paso toda la noche pensando en eso.

–¿Ya sabes quién es?- Mitsuya pregunto con emoción.

–No-la emoción del chico bajo-pero no sé porque le he tomado cariño a estás cartas- hablo avergonzado de ese hecho.

–¿Y eso está mal? Hakkai debes buscar a esa persona, búscale y si sientes que vas a morir de un ataque cardíaco es porque creo que te estás enamorando.

Hakkai tomo el consejo de su superior e intentó buscar a quien entregaba las cartas. El lunes por la mañana como era costumbre busco en su casillero pero está vez no había nada.

No le llegó una carta el día de hoy.

Miro confundido hacia todos lados intentando buscar a alguien que viniera a dejarle una nota o algo.

El chico camino hasta su salón de clases de manera cabizbaja pensando en las cartas.

Entro al aula y se sentó en su respectivo lugar, viendo hacia la ventana y como el Sol comenzaba a notarse más.

Las clases transcurrieron con normalidad, aburridas y el tiempo se hacía cada vez más lento.

Cuando estás terminaron el ni siquiera se dió cuenta, se distraía fácilmente y solo podía pensar en lo que sucedió en la mañana.

O más bien lo que no sucedió.

Al ver a todos salir el repitió su acción minutos después, caminaba lentamente hacia su casillero cuando una figura femenina estaba frente a el.

La chica no se dió cuenta de su presencia  así que dejó un pequeño sobre en el casillero del chico.

Cuando iba a darse la vuelta se encontró con el menor de los Shiba y su cara se comenzó a tornar de color rojo.

~One Shots Tokyo Revengers~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora