Vale... Tal vez no debí acusarlo de esa manera.
Es que no debiste acusarlo de esa manera.
Ya que remedio queda, solo tengo que soportarlo una hora después de clase.
Una hora dónde podrías estar feliz de la vida en tu cama, con tu celular leyendo.
Qué más quisiera yo...
Ni pensar en lo que dirá mamá cuando se entere de tu castigo.
Sabes, si estás intentando levantarme los ánimos déjame avisarte que no lo estás logrando.
Tranquila, querida, eso no es lo que quería.
Luego de lo que hice en clase decidí prestar un poco más de atención. Pero aun así, miraba de reojo a Xavier, parecía que a él si le había gustado lo que ocurrió, pues rió toda la clase después de que se nos asignara el castigo.
¿Por qué la vida está en mi contra?
Porque te odia.
Que sutil.
Cuando al fin terminó la clase fui directo al lugar donde siempre estaba el conserje, se me hizo raro que Xavier no viniera, después de todo también era su castigo, pero bueno, el profesor se enteraría de que él no había asistido, eso no me afectaría a mí.
Eso crees tú.
El conserje me entregó una escoba y un trapeador, también me habló del aula que tenía que limpiar. Puso una alarma que duraba una hora y me explico que en lo que sonara me podría ir. Así que como no me quedaba más que hacer comencé a barrer en cuanto se fue.
Terminemos rápido con esto.
Al cabo de un rato Xavier no había aparecido. No me malinterpreten no quería verlo, pero me parece injusto que siendo el castigo de los dos la única que lo cumpla sea yo.
Mientras barría visualice algo en una silla, decidí acercarme y encontré un celular junto con unos auriculares. Vale, a alguien se le había olvidado.
Decidí acercarme y tomar el celular, pase mi dedo por la pantalla de bloqueo y ¿Que creen? No tenía contraseña.
Esa persona no es normal.
Me quedé un momento dudando ¿debería llevarlo a objetos perdidos?
Deberías.
Decidí entrar al reproductor de música y ver qué canciones tenía. Vale... tenía buenos gustos musicales, eso no lo voy a negar.
Si eres chismosa.
Se dice curiosa.
Curiosa es manera educada de decir chismosa.
Conecte los auriculares al celular y le di play a una playlist que no tenía nombre.
Vale, esta persona es bien extraña.
Concuerdo contigo amada conciencia.
Ahora me amas.
Soy igual de cuadripolar que Ares, déjame en paz.
La primera canción que comenzó a sonar la reconocí al instante... era extrañamente una de mis favoritas. Comencé a barrer de nuevo mientras se reproducía aquella canción.
Comencé a tararear mientras barría el aula, debo decir que se sentía bien. Tal vez está hora no me la pasaría tan mal.
Le agradezco al altísimo por la gente distraída que deja su celular y auriculares en un asiento del colegio.
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El Diario De Una Lectora ✓ [Completa]
Teen FictionCuando todo cambia a tu al rededor constantemente necesitas algo que te dé paz... Algo que te haga sonreír al menos un instante, Mi lugar seguro. El lugar donde nadie me juzga y dónde puedo ser feliz... ¿Que sucede cuando alguien amenaza ese lugar? ...